POR: RAMON BRÜLL Y JENS HEISTERKAMP
Traducción de Cecilia Andrea Biedermann
Introducción general: Frank Thomas Smith
INTRODUCCIÓN GENERAL
Probablemente mucha gente en América Latina se sorprenderá al leer en el Memorándum de Frankfurt. Rudolf Steiner y la cuestión del racismo que Rudolf Steiner –cuya sabiduría y bondad hemos reverenciado durante tanto tiempo– ha sido acusado de antisemitismo y racismo. Esto suena absurdo y falso. Sin embargo, el hecho de que los autores Ramon Brüll (holandés) y Jens Heisterkamp (alemán) –responsables conjuntos de una importante publicación antroposófica en lengua alemana– hayan investigado las acusaciones y descripto sus resultados y conclusiones en este artículo –basado en un estudio aún más extenso que se llevó a cabo en Holanda–, podría llamar la atención. Uno podría, a primera vista, concluir: —Ajá, donde hay humo, hay fuego. Pero el humo también puede ser utilizado para ocultar la verdad, y de eso se trata en este caso. Con el fin de entender por qué se llevaron a cabo estas investigaciones y por qué se está escribiendo y debatiendo tanto sobre ellas en Europa, hay que tener presente que el antisemitismo y el racismo son temas muy sensibles en Europa Central hoy en día; sobre todo en Alemania, con su historia de nazismo: el hecho incomprensible de que la cultura alemana tan altamente avanzada haya podido descender tan rápidamente al abismo del mal. Los alemanes de hoy –cuya gran mayoría ni siquiera había nacido durante la época nazi– sienten, aunque sea de manera inconsciente, la carga de una culpa colectiva y el deseo de expiar las culpas de sus progenitores.
Ciertos académicos han aprovechado este tipo de sentimientos para promover sus propias carreras, como Helmut Zander en Alemania y Peter Staudenmaier en los Estados Unidos, ambos profesores en universidades católicas (1). Su metodología consiste en tomar algunos de los dichos de Steiner fuera de contexto y utilizarlos como prueba falaz de sus propias opiniones. Estos pocos ejemplos provienen de conferencias publicadas mucho después de la muerte de Steiner (1925), cuyo contenido quedó registrado en notas estenográficas o en apuntes tomados por los oyentes, sin que Steiner tuviera oportunidad de revisarlo. Por supuesto, también hay otros académicos que arguyen lo contrario.
Otro profesor alemán de historia, Christian Clement –que no es antropósofo y está escribiendo una extensa “crítica” de la obra de Rudolf Steiner– declaró que sólo se basa en la obra escrita, ya que a menudo, con las conferencias, no es posible estar seguro de lo que Steiner realmente dijo o quiso decir. Además, en la versión escrita que hoy leemos, falta el lenguaje corporal y el tono de voz, por lo que no es posible saber si ciertas palabras fueron dichas literalmente, irónicamente, o incluso con humor. En consecuencia, algo que aparece como racista bien podría haber sido lo contrario.
Hay algo más que se debe tener en cuenta en relación con la importancia de estas acusaciones. En Europa, especialmente en Alemania, Holanda y Escandinavia, Rudolf Steiner y la Antroposofía son bien conocidos, principalmente debido a las muchas escuelas Waldorf en esos países; como esas escuelas están subvencionadas por los respectivos estados, lo relativo a ellas concita el interés de los contribuyentes. En las Américas, aunque el número de escuelas Waldorf está creciendo, todavía son relativamente pocas y no se benefician de la ayuda estatal.
Cuando joven, antes de sus etapas teosófica y antroposófica, Steiner escribió en un artículo que los judíos alemanes deberían integrarse en la sociedad alemana en lugar de fundar un estado judío en Palestina. La comunidad judía alemana misma estaba profundamente dividida sobre la cuestión del sionismo. Steiner, cuya idea de la Sociedad Trimembre estaba aún lejos de ser enunciada, consideró que un estado político fundado sobre una religión sería un retroceso en la historia de la sociedad humana. (Todo esto fue, por supuesto, antes del holocausto, que llevó a que el estado de Israel fuera una inevitabilidad histórica.) Pero Peter Staudenmaier afirma que estar en contra del sionismo y en favor de la asimilación en aquel tiempo era una forma de antisemitismo; más bien, diría yo, era todo lo contrario.
La intención de los autores del Memorándum que se presenta a continuación no es defender a Rudolf Steiner contra tales acusaciones, sino examinarlas de forma objetiva con el fin de determinar lo que hay de verdad o de falsedad en ellas. Creo que lo han conseguido.
INTRODUCCIÓN.
¿POR QUÉ UN MEMORÁNDUM?
El reclamo de que el fundador de la Antroposofía Rudolf Steiner (1861-1925) era racista o sostuviera puntos de vista teñidos de racismo fue presentado repetidamente en publicaciones críticas como en informes en los medios. A partir de esos reclamos, la Antroposofía, como una enseñanza y un movimiento socio-espiritual, fue convocada a cuestionarse. Estos cargos son contrarrestados por personas que trabajan en instituciones basadas en la Antroposofía alrededor del mundo. Ellas sostienen que los comentarios irritativos de Steiner sobre al asunto de la raza son irrelevantes y totalmente marginales en cuanto a sus contribuciones antropológicas centrales. El diálogo razonable entre estos grupos ha sido impedido por enfoques fundamentalistas y emocionales de ambos lados. Por una parte se exige el abandono completo de un fundador supuestamente anticuado; desde la otra, cada declaración de Steiner es defendida apologéticamente, no importa cuán extraña pueda parecer. En este punto es importante abrir un diálogo para que el debate se base en fundamentos fácticos. Como antecedente, en 1996 se hizo un trabajo importante en los Países Bajos, cuya comunidad es particularmente sensible al tema de la discriminación. Una comisión especialista presidida por el experto en derechos humanos Dr. Th. A. van Baarda examinó completamente el trabajo de Steiner en busca de contenido racista. El estudio resultante (2) es, hasta ahora, el único que persigue explicar las declaraciones de Steiner no sólo en el contexto de su obra (3) sino que también mide su efecto según criterios objetivos legales y éticos. En su informe final la Comisión holandesa Antroposofie en het vraagstuk van de rassen (traducido como “Antroposofía y las acusaciones de racismo”, en adelante CHAR) indica que una “enseñanza racista” –en el sentido de una teoría que postula una presunta superioridad de un grupo de gente sobre otra– es inexistente en la obra de Steiner. Pero la CHAR contabilizó en las Obras Completas (de aproximadamente 89.000 páginas) 16 citas las cuales, si hubieran sido pronunciadas por un autor contemporáneo, podrían incluso proveer evidencia para imputaciones penales. La CHAR juzgó otras 66 citas como casos de discriminación menos serios, o declaraciones abiertas a mala interpretación. Al emitir estos juicios, la CHAR aplica el principio de que, en consideración a la pregunta de si una cita era insultante o no, la clave –en general en línea con principios válidos– no era tanto la intención del emisor o autor sino más bien el efecto en el receptor (4).
EXAMEN CRÍTICO DE LAS OBSERVACIONES DE RUDOLF STEINER
Para el presente Memorándum se adopta un criterio similar pero independiente del de la CHAR. Al hacerlo, los autores utilizan su compromiso con el trabajo de Rudolf Steiner, pero no hacen de su aceptación un prerrequisito para la evaluación. Los autores toman en cuenta tanto los criterios aceptados generalmente sobre no discriminación como los resultados de las investigaciones históricas sobre racismo.
En consideración a las observaciones problemáticas de Steiner sobre el asunto de las razas, este Memorándum deja constancia de que hay, esencialmente, cinco grupos de enfoque: 1) Terminología teosófica aparentemente racista; 2) Anti-semitismo y anti-judaísmo; 3) Discriminación a través de la atribución de decadencia; 4) Discriminación a través de formulaciones poco claras y creación de estereotipos; 5) Observaciones racistas.
Casi todos los ejemplos citados son pasajes de textos citados en el contexto de la crítica pública. Para un resumen completo de los fragmentos de texto incriminatorios nos referimos al informe de la CHAR (ver nota 2) y en consideración al contexto, a los volúmenes relevantes de las Obras Completas de Rudolf Steiner (Rudolf Steiner Gesamtausgabe = GA).
1. TERMINOLOGÍA TEOSÓFICA APARENTEMENTE RACISTA
Esta primera categoría incluye el hoy extremadamente irritante concepto de “raza raíz” que Steiner tomó de la Teosofía y utilizó hasta cerca de 1905 para sus propios análisis culturales de la filosofía. Con relación al desarrollo de la humanidad (la raza humana), los trabajos fundamentales de la Teosofía refieren a diversos períodos o épocas de la historia de la humanidad como “razas raíz” o “sub-razas” (en el sentido de una parte de la humanidad). Esta designación confusa según la época cultural no tiene realmente nada que ver con el origen étnico de los diferentes pueblos. Estas observaciones no tienen un sustento racista.
Sin embargo, estas observaciones de Steiner tienen un efecto excepcionalmente ofensivo y abierto a las malinterpretaciones de los lectores no familiarizados con la literatura teosófica. Un ejemplo en una carta del 28 de abril de 1905 a Marie von Sivers: “Todas las sub-razas de nuestras cinco razas raíz tuvieron al menos un elemento semítico. La última llegó a Europa vía España, como sabes. Pero dichos elementos se agotaron al final de un ciclo y un nuevo elemento tuvo que evolucionar” (5). Se adjunta un dibujo en el cual cinco de las llamadas “sub-razas” se ramifican una después de otra: la cultura de la Antigua India, la rama de la cultura de Zaratustra (Antigua Persia), la rama de la cultura Semita-Babilonia-Asiria (Antigua Babilonia), el mundo Greco-romano y la “fertilización de la cultura Germánica a través del semitismo y la cristiandad”. Los términos “raza raíz” y “sub raza” son confusos en este contexto y objetivamente inapropiados, tanto que Steiner mismo dejó de utilizarlos después de 1905. Desde ese momento se distanció explícitamente de dicha terminología teosófica: “Evito intencionalmente el término ‘sub-raza’ porque el concepto ‘raza’ no cubre totalmente el significado, en realidad. Se refiere a períodos de desarrollo cultural” (6).
Aunque las críticas que se refieren a este pasaje fueron reconocidas y contrarrestadas por Steiner mismo, él no fue siempre coherente al respecto, ya que el término “raza” todavía aparece en casos puntuales en posteriores trascripciones de conferencias como sinónimo de “pueblos” o también “épocas culturales”.
2. ANTISEMITISMO Y ANTI-JUDAÍSMO
En el núcleo de las acusaciones de antisemitismo levantadas contra Steiner en repetidas ocasiones subyace una declaración que él hizo en una revista de 1888 sobre un trabajo del escritor austríaco Rober Hamerling. Steiner escribió: “No se puede negar que el judaísmo todavía hoy actúa como un todo unificado y como tal intervino en nuestras presentes circunstancias, y lo ha hecho en un modo que fue poco provechoso para las ideas culturales de occidente. Pero el Judaísmo como tal hace tiempo tuvo su momento, y no tiene justificación en la moderna vida de las naciones, y el hecho de que sin embargo subsista es un error de la historia del mundo cuyas consecuencias no se pueden evitar. No nos referimos aquí a la religión judaica, sino principalmente al espíritu del judaísmo, el modo de pensar judío” (7). Aunque Steiner se percibía a sí mismo distanciado del craso antisemitismo de la Austria de sus días, su declaración podía ser una más clásica expresión de antisemitismo sólo por referirse en forma excluyente y estereotipada al “modo de pensar judío”. Pero, sobre todo, le niega al Judaísmo una justificación dentro de la vida moderna de las naciones y habla tanto en contra de la religión judía como del “espíritu del judaísmo”. Tampoco puede ser justificada por el hecho de que una facción de judíos liberales, en el tardío siglo XIX, estaba impulsando fuertemente la asimilación y auto-cuestionando su identidad.
Más tarde Steiner se retractó de esta declaración singularmente antisemita. Admitió que inicialmente había subestimado el peligro del antisemitismo y expresamente se lo autocriticó. Más aún, comenzó a publicar en nombre de la Verein zur Abwehr des Antisemitismus” (Asociación para Combatir el Antisemitismo), en la cual algunos de sus líderes eran sus amigos. A 13 años de la declaración citada más arriba, escribió en uno de sus ensayos: “Cualquiera que mire al presente con los ojos abiertos, sabe que es falso creer que la unión entre los Judíos mismos es mayor que su unión con los impulsos culturales modernos. Aun cuando una impresión semejante se tuviera en los últimos años, esto se debe en parte al antisemitismo. Cualquiera, como yo, que se haya estremecido al ver el daño causado por el antisemitismo en la mente de Judíos decentes no podría evitar esta conclusión”(8).
Sin embargo, las observaciones de Steiner sobre el Judaísmo continuaron siendo ambivalentes hasta un cierto punto, aunque también rindió un gran tributo, por ejemplo, a la contribución espiritual de la Antigua Cultura Hebrea a la historia de la humanidad. Esto fue porque, como el Cristianismo se volvió crecientemente importante en su pensamiento con el cambio de siglo, Steiner se ocupó de los estereotipos anti judaicos de la religión cristiana en sus conferencias subsiguientes. Desde los tiempos de Pablo y Agustín, esos estereotipos tuvieron la tendencia de acusar al Judaísmo de haber perdurado más allá de su tiempo, una vez que el “Salvador” había llegado. Sobreponerse a ese antisemitismo latente continúa siendo un desafío aún para los antropósofos de hoy (9).
3. DISCRIMINACIÓN A TRAVÉS DE LA ATRIBUCIÓN DE “DECADENCIA”
En función de establecer claramente su propia aproximación a una teoría espiritual evolucionista, Steiner no solo se referenció con la Teosofía, basada en las antiguas fuentes Védicas Indias, sino también con la teoría científica de la evolución, representada en esa época particularmente por el naturalista alemán Ernst Haeckel. Aquí Steiner sostuvo esencialmente la adopción de Haeckel de una explicación no religiosa para el origen del mundo y del ser humano. Pero cualquiera que leyera hoy las descripciones de Haeckel sobre origen de la humanidad se sorprenderá por la forma en la que uno de los más importantes científicos de su época observó los pueblos tradicionales, que recién estaban apareciendo en el horizonte de la investigación europea, con una mirada científicamente fría y cuasi zoológica. La biología del desarrollo de Haeckel posee marcas claramente racistas en la medida en que mira hacia el génesis del ser humano. Tan es así que Haeckel hasta le negó a algunas razas su pertenencia a la especie humana, ya que las situó en las proximidades de los primates y criticó a “muchos antropólogos que sostienen dogmáticamente la tan mentada unidad de especie de todas las razas humanas”(10). Tales posturas no se encuentran en Steiner, quien –a pesar de todo su entusiasmo por Haeckel– tuvo considerables reservas con respecto a su enfoque puramente materialista y, por ejemplo, rechazó vehementemente la proximidad evolutiva entre los simios y los seres humanos. Steiner, sin embargo, compartió un número de preconceptos racistas de la ciencia de la época de acuerdo a los cuales algunos grupos étnicos fueron fundamentalmente considerados como culturalmente inferiores. En consecuencia, en Steiner hay juicios despectivos sobre pueblos indígenas tales como: “En la raza americana hay nativos primitivos que han sido dejados muy, muy atrás”(11). Por otro lado, hay en Steiner una profunda apreciación de la espiritualidad de, por ejemplo, los habitantes indígenas americanos que está completamente ausente en Haeckel y otros investigadores de su época.
Alrededor de 1910, Steiner abandonó la concepción de una secuencia vertical de razas, tal como había argumentado hasta casi 1907 sobre la base de Haeckel, y entonces persiguió un concepto más “horizontal” y universalista de acuerdo al cual varios grupos étnicos no cristalizaron uno después de otro (tal como más tarde tuvo sobre las épocas culturales), sino en gran medida simultáneamente y en paralelo desde una humanidad arquetípica (12). Steiner estereotipadamente asigna a los pueblos de piel negra el rol de “edad de la infancia” de la humanidad. Por otra parte, en relación con el desarrollo humano futuro, se refiere, como ya se ha mencionado, al fenómeno de las “razas decadentes” con respecto a los habitantes indígenas americanos, quienes ya no participaron en un mayor desarrollo cultural. El término “decadente” cuando es aplicado a grupos humanos es, sin duda alguna, discriminatorio.
En tanto que las civilizaciones se desarrollan en un período específico y limitado tanto como en una región geográfica delimitada, son regularmente asociados a pueblos específicos y así situados “al menos en las fases tempranas de la civilización humana– en poblaciones étnicamente homogéneas. Aquí nos referimos en general a la cultura griega y también se refiere al grupo poblacional que primariamente desarrolló esta cultura. Nadie se opone a esto, al menos mientras no se refiere a la civilización en cuestión como “declinando”, “permaneciendo estancada” o convirtiéndose en “decadente”. Si lo fuera, la identificación de un grupo de población étnica con la cultura que ha desarrollado o apoyado implicaría inevitablemente la “decadencia” de la población relevante. La falta de diferenciación entre una cultura que está en decadencia y la población que la sostiene, conduce a la discriminación cuando se aplica en el contexto de los pueblos. Esto se ilustra en la siguiente observación de Steiner: “Pero los europeos han ascendido a un nivel cultural más alto, mientras que los indios han permanecido estancados y por lo tanto se han convertido en decadentes”(13).
4. DISCRIMINACIÓN A TRAVÉS DE FORMULACIONES POCO CLARAS Y CREACIÓN DE ESTEREOTIPOS
Un caso especial, en lo que se refiere a la alegada discriminación, se presenta con el ciclo de conferencias Almas Nacionales y su misión de 1910. Aquí Steiner busca presentar un cuadro complejo de la creación de las razas, pueblos y civilizaciones. En este contexto él desarrolla las influencias externas geográficas y climáticas que, tomadas por sí mismas, podrían fácilmente llevar al determinismo, y la interacción con influencias que provienen de seres espirituales, que describe en detalle (14). De acuerdo con la descripción de Steiner, la diferenciación de la humanidad como un todo en varias razas (en su visión, provisional y temporaria), ocurre porque diferentes seres puramente espirituales influenciaron a la humanidad desde afuera, y al hacerlo se focalizaron en diferentes sistemas orgánicos: en los Mongoles, el sistema cardiovascular; en los Asiáticos el sistema nervioso; en los Africanos negros, el sistema glandular; etc. Steiner aquí habla metafóricamente de “hervir y cocer a fuego lento” porque en los tardíos procesos físicos visibles los cambios son también causados exteriormente por fuerzas no visibles. “Hierve y cuece a fuego lento” metafóricamente los diversos sistemas orgánicos de los seres humanos. Entonces, en este contexto, hace el extremadamente bizarro comentario: “Todo lo que da a la raza Etíope sus particulares características, se debe a que las fuerzas de Mercurio “hierven y cuecen a fuego lento” el sistema glandular de dicho pueblo” (15). Esta frase funciona como un insulto, particularmente cuando es sacada de contexto o es abreviada (“hierve y cuece a fuego lento el sistema glandular de los negros”). “Hervir y cocer a fuego lento” suena como un calor libidinoso y descontrolado, como el caos que emerge fuera de control, signo de un yo débil, presa de la pasión animal y la “baja sensualidad”. Aparte de estas formulaciones, el término “negro” tal como lo utilizan Steiner y otros autores contemporáneos, hoy en día produce una irritación comprensible. Otro ejemplo de esto es la siguiente frase, que ha sido motivo de justas quejas: “Porque aún los negros deben ser vistos como seres humanos” (16). En el contexto de los comentarios de Steiner sobre este pasaje, se hace evidente que algo diferente se quiso decir, a saber: “¡Porque los negros son seres humanos también!”, que de ninguna manera se daba por sentado en 1922. Dejando de lado la cuestión de si la anotación taquigráfica es imprecisa, o de si el profesor no quiso decir exactamente eso, la frase tal como fue publicada es altamente discriminativa en tanto que Steiner quiso justamente significar lo contrario: la inclusión de la población negra en condiciones igualitarias en las colonias de entonces.
La creación de estereotipos penosos aconteció particularmente en una conferencia sobre las diferencias de la humanidad que Steiner dio a los trabajadores que construían el Goetheanum de entonces. Este es un largo ejemplo: “Y mientras que los mongoles usaron mayormente su cerebro medio, los europeos tuvieron que usar su cerebro frontal. Pero esto tuvo el siguiente resultado: la persona con el cerebro posterior vive principalmente en los impulsos, los instintos. Estos otros con el cerebro medio viven en los sentimientos que están localizados en el pecho. Y nosotros los europeos, los pobres europeos, vivimos en el pensamiento que está localizado en la cabeza. Esto significa que nosotros, en una forma de decir, realmente no percibimos nuestro ser interior, debido a que solo percibimos la cabeza cuando algo no está bien, cuando tenemos un dolor de cabeza. De otro modo, no la sentimos. Pero esto significa que estamos vueltos hacia el mundo exterior y fácilmente nos volvemos materialistas. Los negros no se convierten en materialistas, siguen siendo seres humanos en su interior, pero allí desarrollan la vida de los instintos. Los asiáticos tampoco se convierten en materialistas, pero viven interiormente en los sentimientos, no están tan preocupados en la vida exterior como los europeos. De ellos se dice: Las personas que únicamente están preocupados por la vida exterior sólo pueden convertirse en ingenieros” (17). La expresión de clichés racistas estereotipados es sorprendente.
En otro pasaje (también de una conferencia a trabajadores), dicha tipificación excede los límites de lo aceptable: “Como resultado, todo lo relacionado en los negros con el cuerpo y el metabolismo, está ampliamente desarrollado; ellos tienen, como se dice comúnmente, impulsos e instintos fuertes. Los negros, entonces, tiene una vida instintiva vigorosa. Y como esencialmente tienen el elemento solar de luz y calor, en la superficie de sus cuerpos, en su piel, hay un metabolismo completamente diferente, como si el Sol mismo los estuviera cociendo desde adentro. Es allí donde se origina su vida instintiva, que constantemente cuece a los negros desde adentro” (18).
5. OBSERVACIONES RACISTAS
La mayoría de los pasajes de texto que son citados por los críticos como evidencia del racismo de Steiner comprenden comentarios en los cuales –contrariamente a su impulso principal por la ética del individuo libre– claramente se presenta como un miembro de una tardía época colonial eurocéntrica, con sus características jerarquías “superiores” e “inferiores” “(Christian Geulen) (19). Así Steiner habló de “la evidente injusticia de la Naturaleza que mantiene la existencia de una persona por pertenecer a una raza en el nivel más inferior, en tanto que eleva a otra en una raza aparentemente perfecta”, y tomó como un hecho que la “raza caucásica” representaba “la raza actualmente civilizada” (20).
Aquí están otros ejemplos de tal actitud, a los que los críticos se refieren demasiado repetidamente (21):
“Damos a las mujeres embarazadas estas novelas sobre negros para leer, y nadie necesita asegurar que los negros vinieron a Europa para producir mulatos…” (22). Steiner utiliza aquí el término “mulato” en forma despectiva, como si los niños de piel oscura producto de relaciones étnicamente mixtas fueran indeseables en Europa.
“¿Debería el espíritu perfecto estar sujeto a las mismas condiciones que el imperfecto? ¿Debería Goethe sufrir las mismas condiciones que un hotentote?” (23). Steiner utiliza aquí el término “hotentote” generalizadamente, como un ejemplo negativo. “La raza negra no pertenece a Europa y es por supuesto un sinsentido que ahora represente un rol tan importante en Europa” (24). Esta cita, tomada como tal, expresa desconsideración por la gente de piel negra.
“Hay una biografía de Schubert que lo describe como si él tuviera la apariencia exterior de un negro. ¡No hay duda sobre eso! ¡De hecho él tenía una cara muy simpática! Pero era pobre” (25). Aquí Steiner, probablemente se permite dejarse llevar por una emoción personal al ver a la gente de piel negra indirectamente como “antipática”. “La raza blanca es la raza del futuro, superándose en el espíritu” (26). “Si las personas rubias de ojos azules se extinguieran, el pueblo se volvería crecientemente estúpido, a menos que desarrollara un tipo de inteligencia independiente del color rubio de su cabello. Es el cabello rubio el que realmente conduce a la inteligencia” (27). La conexión bizarra implicada aquí, entre el color del cabello y de la piel, y la inteligencia no necesita mayores comentarios.
Una de las definiciones clave del racismo se relaciona con estos comentarios. De acuerdo con esta definición, el racismo surge del valor generalizador y absolutista atribuido a diferencias reales o ficticias, para beneficio del acusador y en detrimento de su víctima, para justificar sus beneficios o agresión (Albert Memmi) (28). No hay evidencia en Steiner de que justificara la agresión racista (29). Es, sin embargo, muy lamentable que Steiner haya hecho semejantes comentarios en el más amplio sentido (30). Tampoco el intento, hecho a menudo, de poner estas citas en contexto las hacen más aceptables. La tercera cita no se vuelve más aceptable si uno supone que Steiner quiso referirse a la cultura africana negra con la frase “raza negra” que suena despectiva. Las citas con esta categoría son algo más que un mero problema del uso históricamente situado del lenguaje, que podría ser enfrentado mediante la traducción de lo que él quiso decir en una forma de expresión más contemporánea. Tan adelantado a su tiempo como fue Steiner con respecto a asuntos educacionales, médicos y también sociales, las observaciones citadas son testimonio de un modo obsoleto de pensar que no son aceptables ni “traducibles” en ningún modo al día de hoy. El argumento frecuentemente presentado de que estas citas fueron dichas en una época diferente, no hace más válidos estos puntos de vista porque estaban difundidos ampliamente cien años atrás. Continúan siendo discriminadores. La discriminación crasamente intencional o por negligencia ya era dañina antes de que se codificara su prohibición, por ejemplo, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
STEINER Y LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICO-CRÍTICA TENDENCIOSA
A pesar de las observaciones racistas citadas, Rudolf Steiner no era racista y no fue representante de una “teoría racial” en el sentido de una ideología que salvaguarde la supremacía de un grupo basada en su raza. En particular, los típicos temas centrales del racismo militante, “el conglomerado de comunidades representadas en términos de “raza”, para su autoafirmación, prestigio y superioridad”, así como la “hostilidad colectiva que se potencia hasta la voluntad de destrucción” (31) están ausentes en Steiner “en contraste, por ejemplo, con autores populares y racistas de su época tales como Gobineau, Spencer o Chamberlain. Tampoco sostiene Steiner el escenario de amenazas típicamente racista de una alegada herencia colectiva elegida. “Steiner no desarrolla una teoría racial con referencia a la humanidad actual”, señala el crítico de Steiner Husmann-Kastein (32). Helmut Zander, autor del estudio histórico-crítico sobre Steiner más abarcador hasta el momento, concluye: “Su racismo es manifiesto en algunos comentarios; en otros se distancia explícitamente del racismo de su medio social” (33). Historiadores como George L. Mosse, Jörn Rüsen o Uwe Puschner han señalado sus reservas con referencia al intento de incluir a Steiner entre los “constructores de sistemas raciales y activistas”. Ralf Sonnenberg también lo observa en el Jahrbuch für Antisemitismusforschung (34).
Más aún, a menudo Steiner criticó expresamente el énfasis en las diferencias de sangre y tradición. “Una persona que hoy habla del ideal de raza y de nación, y de la pertenencia tribal, está hablando acerca de impulsos decadentes de la humanidad. Y cualquiera que crea que con esas ideas está representando a la humanidad con ideales progresistas, está faltando a la verdad porque nada profundizará la decadencia de la humanidad más que la propagación de los ideales de raza, nacionalismo y sangre” (35). Y en la serie de conferencias sobre el tema de las “almas nacionales” sobre las cuestiones que poseen un cliché estereotipado acerca de las razas, se dice, por otra parte categóricamente: “las razas se han desarrollado y desaparecerán”, y en el porvenir la humanidad viviría de manera tal “que no se podrá hablar de un estado que pueda ser descripto como racial” (36). Todo esto contradice un racismo sistemático que siempre apunta a la existencia inmutable y la optimización de un estado hereditario específico. La ideología nacionalista ha siempre tratado a Steiner y a la Antroposofía como oponentes (37). En el centro de la Antroposofía de Steiner tenemos, a pesar de las observaciones racistas individuales delimitadas por su contexto temporal, el desarrollo integral del ser humano individual y también de la sociedad que se beneficia del desarrollo del individuo hacia la libertad. La simultaneidad de defectos históricamente anticuados con una obra que como totalidad es humanista, es compartida por Rudolf Steiner con otros autores históricos tales como Lutero (antisemitismo), Kant (discriminación contra los negros) o Albert Schweitzer y Hermann Hesse (estereotipos parciales de los africanos) (38). La CHAR a la que nos referimos en un principio describe una gran parte de la crítica de Steiner como indignación selectiva. Es así el caso de la mayoría de los críticos de lengua alemana que como norma eligen pasajes de texto individuales que luego se sobreestiman cualitativa y cuantitativamente con respecto a las Obras completas. Pero eso no cambia el hecho de que las citas correspondientes en las formas impresas existentes sean discriminatorias, ni la necesidad de entender al autor Steiner también como perteneciente a su tiempo histórico. Es por eso que el punto es no “distanciarse “ uno mismo de Steiner, lo que sería inapropiado con respecto a un trabajo de casi 100 años en la historia de las ideas, sino observar que hay pasajes de texto individuales, así como discursos cuestionables en este trabajo con los que uno no podría ni querría identificarse. La ambivalencia de un gigante espiritual que es a la vez un autor histórico y el proveedor de impulsos de trabajo que actúan hoy en día, debe ser aceptada como una cuestión de hecho y tomadas cada cual por separado.
PENSAMIENTO DEL DESARROLLO ENTRE EL IDEAL Y UN ENFOQUE JERÁRQUICO
Un problema fundamental con respecto a la cuestión de la discriminación surge porque en la historia y, sobre todo en nuestras culturas, coexisten en simultáneo formas de conciencia diferentes. Si algunas formas individuales son identificadas como representantes de una civilización avanzada o de “mayor desarrollo”, es probable que los representantes desde esta perspectiva de etapas más tempranas del desarrollo se experimenten a sí mismos como subordinadas y subvaloradas, y que los reclamos políticos e ideológicos se deriven del supuesto “mayor desarrollo”. Por lo tanto las investigaciones culturales basadas en el pensamiento evolutivo que proviene de Steiner también tendrán que abordar críticamente el peligro de aberraciones chauvinistas al hacer comparaciones culturales.
La mirada de Steiner sobre la evolución humana como un proceso evolutivo que en el curso de la historia conduce de menores a mayores etapas de desarrollo de la cultura y la conciencia no contiene por sí misma, sin embargo, implicaciones racistas o machistas, como algunos críticos gustan dar a entender, siempre que la dimensión de la “raza” se excluya expresamente. Eso sólo sería cuestionable si la evolución cultural se viera vinculada a la composición de los grupos étnicos particulares o, en general, a los colectivos especificados. Formulado de manera positiva: en el presente no existe ninguna restricción fundamental de tipo colectivo que impida que un individuo llegue en condiciones de igualdad y sobre bases auto determinadas a cualquier etapa de la conciencia. Por el contrario, la preocupación justificada sobre la creación de estructuras jerárquicas culturales chauvinistas no debe implicar que la idea central de la Antroposofía –y otros enfoques humanistas– sobre el desarrollo personal y espiritual del individuo deba ser desacreditada, en tanto que el desarrollo de la sociedad, la conciencia y la cultura también dependen de él.
La importancia de la idea de desarrollo en relación a los individuos y las culturas se puede ver solo en términos actuales, como la “ayuda al desarrollo”, que evidentemente asume diferentes etapas en el desarrollo de las sociedades. Además, en cuestiones relativas a las perspectivas de desarrollo de los países emergentes, el término sociedades “premodernas” entra en juego cuando se consideran los déficits en el ámbito de los derechos humanos, el Estado de Derecho, así como el acceso libre al conocimiento y a los mercados, sin que la diferenciación entre “moderna” y “pre-moderna” entrañe necesariamente discriminación. Este peligro se evita haciendo referencia, sin ambigüedades, a las etapas culturales del desarrollo. Como el progreso intelectual, están en principio al alcance de todas las personas y no están ligadas a la afiliación a un grupo étnico específico.
Cualquier otra cosa, en cualquier caso, también estaría en contradicción con la propia ética individualista de Steiner. La estructuración del desarrollo cultural de la humanidad en pasos evolutivos y etapas no debe significar que la conciencia colectiva y las cualidades culturales den lugar a un tipo de determinismo según la cual los miembros de una cultura específica están ligados a características o comportamientos específicos. Sin embargo, en las descripciones específicas de las características étnicas o nacionales hechas en sus conferencias, Steiner –a diferencia de por ejemplo su principal obra filosófica La Filosofía de la Libertad (39)– no siempre destaca claramente la primacía del individuo sobre el colectivo (40), y el uso de analogías orgánicas y tipologías colectivas es a menudo superpuesto con el real individualismo emancipatorio de su visión del mundo. En este sentido, el crítico de Steiner Helmut Zander señala acertadamente: “Difícilmente Steiner reflexiona sobre las circunstancias de interpretación de los modelos que utiliza, de manera que las limitaciones de un sistema organológico de metáforas, sobre todo el supuesto carácter de una ley de la Naturaleza con respecto a su progreso, no se toma en consideración” (41). Las declaraciones de Steiner sobre este punto no siempre son inequívocas.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
a. No hay racismo en Steiner, tal como se lo define en la investigación histórica; no ha propugnado sistemáticamente una “teoría de la raza”, y no contiene ideologías sobre un “conflicto de razas”. En particular, no existe como una teoría o como instrucciones sobre cómo actuar para la humanidad moderna y contemporánea.
b. Sin embargo, en las obras de Steiner hay algunos pocos comentarios racistas y discriminatorios individuales, que inequívocamente deben ser considerados como históricamente obsoletos. Pueden explicarse históricamente porque Steiner tomó parte en un discurso sobre las cuestiones de la evolución, algunas de ellas teñidas de racismo, en una época de colonialismo y Eurocentrismo.
c. Un único comentario antisemita de 1888 es contrarrestado por la oposición pública de Steiner al antisemitismo en el periodo cercano al cambio de siglo. Sin embargo, también hay rasgos de antijudaísmo en algunas de sus conferencias.
d. Desde una perspectiva actual Steiner no siempre muestra una clara conciencia metodológica de los problemas asociados con ver las posibilidades de desarrollo cultural como vinculadas con características biológicas. Esto crea modelos de discriminación colectiva a través de la asignación de decadencia. Por otro lado Steiner critica las restricciones de pensar el desarrollo en términos puramente biológicos y localiza el desarrollo del individuo como algo autónomo de las dependencias colectivas.
e. Fundamentalmente, el tema de la raza no es relevante a la estructura de las ideas antroposóficas, ya sea cuantitativa o cualitativamente. En otras palabras, en miles de páginas de libros y cientos de conferencias sobre cuestiones espirituales, religiosas, educativas, médicas o políticas, el tema de la “raza” no aparece en absoluto. Ni la literatura antroposófica del presente ni, por ejemplo, los planes de estudio de las escuelas Waldorf contienen observaciones como las investigadas aquí. Las iniciativas sociales en todo el mundo sobre la base de la Antroposofía, incluyendo Sudáfrica, Namibia, Filipinas, Egipto e Israel, no serían plausibles sobre la base de una ideología racista.
f. La obra de Steiner, en su postura general, reitera una y otra vez el desarrollo universalista de la humanidad toda con independencia de las diferencias de origen étnico, nacional o religioso. Con su enfoque de la trimembración social, Steiner quería crear un marco social en el que cada individuo fuera capaz de desarrollarse libremente en igualdad y con la protección de sus características culturales propias. El espíritu de estas ideas hoy en día todavía coincide con los principales logros de la era moderna, como la Declaración de los Derechos Humanos y las leyes contra la discriminación y por la igualdad.
REFERENCIAS
1. El hecho de que ambos sean profesores en universidades católicas bien puede ser una coincidencia. Lo menciono aquí, sin embargo, debido a la animosidad que existía entre Rudolf Steiner durante su vida y la Iglesia Católica.
2. Antroposofie en het vraagstuk van de rassen. Eindrapport van de onderzoekcommissie. Publicada por Antroposofische Vereniging in Nederland, Zeist 2000. Publicada en alemán como: Anthroposophie und die Rassismus-Vorwürfe. Der Bericht der niederländischen Untersuchungskommission Anthroposophie und die Frage der Rassen. Editada por: Th. A. van Baarda. Con un prefacio de Justus Wittich y un análisis en el contexto de la ley alemana por Ingo Krampen. Traducción autorizada por Ramon Brüll,Frankfurt am Main 1998 (2a edición 2006).
3. Lorenzo Ravagli, Hans Jürgen Bader y otros adoptan una interpretación hermenéutica en: Rassenideale sind der Niedergang der Menschheit. Anthroposophie und derRassismusvorwurf, Stuttgart 2002.
4. Desde hace algunos años, la Editorial Rudolf Steiner, responsable de la publicación de las obras de Steiner, ha seguido una recomendación de la CHAR y proporciona un comentario crítico de las observaciones relevantes de Steiner en cualquier reimpresión de libros con pasajes controvertidos.
5. Rudolf Steiner, Marie Steiner-von Sivers: Correspondencia y Documentos 1901-1925. GA 262. Rudolf Steiner Press & Anthroposophic Press, London & New York 1988, p.58. El estudio de la CHAR clasificó pasajes en la carta de los cuales fueron sacados estas citas en Categoría II (formulaciones abiertas a malentendidos o casos menos serios de discriminación racial). [Cita 241]
6. Rudolf Steiner: El Evangelio de San Juan. GA 103. Anthroposophic Press, New York 1962. Conferencia del 30 de Mayo de 1908 en Hamburgo. [Cita 18 (13)].
7. Rudolf Steiner: “Robert Hamerling: “Homunkulus. Modernes Epos in 10 Gesängen”.” Deutsche Wochenschrift 16 / 17 (1888), en: Rudolf Steiner: Gesammelte Aufsätze zur Literatur 1884-1902. GA 32. Editorial Rudolf Steiner, 3a edición, Dornach 2004, p. 145 ff. La CHAR clasificó esta cita en la categoría I (citas con efecto discriminatorio). [cita 192]
8. Rudolf Steiner: “Verschämter Antisemitismus”, Mitteilungen aus dem Verein zur Abwehr des Antisemitismus 1901, Volumen II, Nº 48, en Rudolf Steiner: “Gesammelte Aufsätze zur Kultur- und Zeitgeschichte 1887-1901”. GA 31. Editorial Rudolf Steiner, 3a edición, Dornach 1989, p. 409. [Cita 202]
9. Sobre el tema de Rudolf Steiner y el Judaismo ver el estudio fundamental de Ralf Sonnenberg, “‘Keine Berechtigung innerhalb des modernen Völkerlebens’. Judentum, Zionismus und Antisemitismus aus der Sicht Rudolf Steiners” en: Jahrbuch für Antisemitismusforschung, editado por Wolfgang Benz para el Centre for Anti-Semitism Research at the Technical University of Berlin, Berlin 2003, pp. 185 – 210.
10. Ernst Haeckel: Natürliche Schöpfungsgeschichte. Gemeinverständliche Werke II.Leipzig, Berlin 1924, p. 397.
11. Rudolf Steiner: “Das Johannes Evangelium” del volumen Menschheitsentwicklung und Christus-Erkenntnis. GA 100. Editorial Rudolf Steiner, 3ª edición, Dornach 2006 (1967), Conferencia del 22 de Noviembre de 1907 en Basilea, p. 259. La CHAR clasificó esta cita en categoría I (citas con efecto discriminatorio). [Cita 152 (133)]
12. K-P. Endres and Wolfgang Schad: “Die Vielfalt des Menschen. Die verschiedenen Annäherungen Rudolf Steiners an das Problem der menschlichen Rassen.” Mitteilungen aus der anthroposophischen Arbeit in Deutschland, special edition, 1995.
13. Rudolf Steiner: Menschheitsentwicklung und Christus-Erkenntnis. GA 100. Editorial Rudolf Steiner, 2ª Edición, Dornach 2006 (1997). Conferencia del 22 de Noviembre de 1907 in Basilea, del ciclo El Evangelio de San Juan, p. 259. La CHAR clasificó esta cita en Categoría I (citas con efecto discriminatorio). [cita 152 (133)]
14. El concepto de Steiner, construido sobre ideas de Herder y Hegel, para explicar la expresión cultural de los sistemas sociales a través del involucramiento de entidades espirituales (“espíritus del pueblo”) no puede ser examinada con mayor detalle aquí.
15. Rudolf Steiner: Die Mission einzelner Volksseelen in Zusammenhang mit der germanisch-nordischen Mythologie (La Misión de las Almas Nacionales en relación a la mitología Teutónica, Once conferencias desde el 7 al 17 de julio de 1910 en Cristiania (Oslo). GA 121. Editorial Rudolf Steiner, 5ª edición, Dornach 1982 (1974), pag. 111/112. La CHAR clasificó esta y otras ocho citas de este ciclo de conferenciasen la categoría II (formulaciones abiertas a malos entendidos o casos menores de discriminación) [Cita 111 (93)]
16. Rudolf Steiner: Die geistig-seelischen Grundkräfte der Erziehungskunst.Spirituelle Werte in Erziehung und sozialem Leben (La Base Espritual de la Educación). GA305, Editorial Rudolf Steiner, 3ª edicion, Dornach 1991, conferencia del 21 de agosto de 1922 en Oxford, pagina 100. Ver también Th. A. van Baarda (ed.) Anthroposophie und die Rassismus-Vorwürfe, Info3-Verlag, Frankfurt am Main 2006 (1998), página 262. La CHAR clasificó esta cita en la categoría I (citas con efecto discriminatorio) [Cita130 (112)]
17. Rudolf Steiner: Vom Leben des Menschen und der Erde. Über das Wesen des Christentums. Conferencias para trabajadores del Goetheanum, Volumen III. GA 349. Editorial Rudolf Steiner, 3ª edición, Dornach 2006 (1961) Conferencia del 3 de Marzo de 1923, p. 58. La CHAR clasificó esta cita en categoría II (formulaciones abiertas a malos entendidos o casos menores de discriminación)). [Cita 127 (106)]
18. Rudolf Steiner: Vom Leben des Menschen und der Erde. Über das Wesen des Christentums. Conferencias para trabajadores del Goetheanum, Volumen III. GA 349. Editorial Rudolf Steiner, 3ª edición, Dornach 2006 (1961) Conferencia del 3 de Marzo de 1923, p. 55. La CHAR clasificó esta cita en categoría II (formulaciones abiertas a malos entendidos o casos menores de discriminación). [Cita 127 (106)]
19. Christian Geulen: Geschichte des Rassismus. Munich 2007, p. 10
20. Rudolf Steiner: Weltenrätsel und Anthroposophie. 22 conferencias, Berlin, 5 de octubre de 1905 al 3 de mayo de 1906. GA 54. Editorial Rudolf Steiner, 2ª edición, Dornach 1983. pp. 133 y 144.
21. La CHAR identificó 16 comentarios seriamente discriminatorios. Los autores de este Memorándum tienden a incluir un número de citas adicionales a la más seria Categoría I.
22. Rudolf Steiner: Über Gesundheit und Krankheit. Grundlagen einer geisteswissenschaftlichen Sinneslehre. Conferencias para trabajadores del Goetheanum, Volumen II, GA 348. Editorial Rudolf Steiner 4ª edición, Dornach 1997 (1983). Conferencia del 30 de Diciembre de 1922, pp. 188/189. La CHAR clasificó esta cita en la categoría I (citas con efecto discriminatorio). [Cita 119 (137)]
23. Rudolf Steiner: Das Christentum als mystische Tatsache und die Mysterien des Altertums. GA 8, Editorial Rudolf Steiner, 9ª edición, Dornach 1989 (1902), p. 47. La CHAR clasificó esta cita en la categoría I (citas con efecto discriminatorio). [Cita 123 (105)]
24. Rudolf Steiner: Vom Leben des Menschen und der Erde. Über das Wesen des Christentums. Conferencias para trabajadores del Goetheanum, Volumen III. GA 349. Editorial Rudolf Steiner, 3ª edición, Dornach 2006 (1961). Conferencia del 3 de marzo de 1923, p. 53. La CHAR clasificó esta cita en categoría II (formulaciones abiertas a malos entendidos o casos menores de discriminación). [Cita 127 (106)]
25. Rudolf Steiner: Esoterische Betrachtungen karmischer Zusammenhänge, Volumen I, Editorial Rudolf Steiner, GA 235, 8ª edición, Dornach 1994 (1933). Conferencia del 8 de Marzo de1924, p. 123. La CHAR clasificó esta cita en la categoría I (citas con efecto discriminatorio) [Cita 150] La biografía citada deriva de Ritter von Kreissle-Hellborn, Joseph von Spaun, einige Bemerkungen über die Biographie Schuberts.
26. Rudolf Steiner: Vom Leben des Menschen und der Erde. Über das Wesen desChristentums Conferencias para trabajadores del Goetheanum, Volumen III, Dornach 1923. GA 349, Editorial Rudolf Steiner, 3ª edición, Dornach 2006 (1961), p. 67. La CHAR clasificó esta cita en la categoría I (citas con efecto discriminatorio) [Cita 132 (114)]
27. Rudolf Steiner: Über Gesundheit und Krankheit. Grundlagen einer geisteswissenschaftliche Sinnenlehre. Conferencias para trabajadores del Goetheanum. Volumen II. Dornach 1922/1923. GA 348, Editorial Rudolf Steiner, Dornach 1997 (1983), página 103. La CHAR clasificó esta cita en categoría II (formulaciones abiertas a malos entendidos o casos menores de discriminación). [Cita 37 (31)]
28. Esta definición de la Academia Francesa se incluye, entre otros lugares, en la Encyclopaedia Universalis. Ver también Albert Memmi, Racismo, Frankfurt del Mena, 1987.
29. La única “aunque cuestionable” excepción está basada en una observación sobre la predestinada extinción de los pueblos indígenas, en las conferencias sobre las Almas Nacionales y la Misión de los Pueblos Die Mission einzelner Volksseelen, GA 121, p. 79; sin embargo aquí Steiner parece referirse a la muerte por las enfermedades a los que fueron expuestos. En contraste, Steiner condenó el exterminio de los indios por parte de los europeos. Ver van Baarda (ed.), Anthroposophie und die Rassismus-Vorwürfe, p. 295ff.
30. De acuerdo con A. Memmi, se puede diferenciar entre racismo en sentido amplio o estricto.
31. Geulen, loc. cit. Geulen observa: donde quiera que encontremos teorías raciales hacia el fin del siglo XIX, vamos a encontrar esta mirada del conflicto de razas como un principio universalmente válido para cualquier desarrollo social op. cit. p. 73f. En Steiner dicho punto de vista no se aplica. Por el contrario, para él, la fuerza conductora de todo desarrollo social moderno es la individualidad del ser humano
32. Jana Husmann-Kastein: Schwarz-Weiß-Konstruktionen im Rassenbild Rudolf Steiners. Texto manuscrito de la conferencia “Antroposofía – reflexiones críticas” dictada en la Universidad Humboldt de Berlín, 21.7.2006.
33. Helmut Zander: Anthroposophische Rassentheorie. In: S. v. Schnurbein and J.H. Ulbricht (eds.): Völkische Religion und Krisen der Moderne. Würzburg 2001, p. 325.
34. Sonnenberg, op. cit., p. 205.
35. Rudolf Steiner: Die spirituellen Hintergründe der äußeren Welt. Der Sturz der Geister der Finsternis. 14 conferencias, Dornach 1917. GA 177.Editorial Rudolf Steiner, 5ª edición, Dornach 1999, p. 220.
36. Rudolf Steiner: Die Mission einzelner Volksseelen in Zusammenhang mit der germanisch-nordischen Mythologie. 11 conferencias , del 7 al 17 de julio de 1910 en Kristiania (Oslo). GA 121. Editorial Rudolf Steiner, 5ª edición, Dornach 1982 (1974), p. 76. 121. Rudolf Steiner Verlag, 5th edition, Dornach 1982 (1974), p. 76.
37. Lorenzo Ravagli: Unter Hammer und Hakenkreuz. Der völkischnationalsozialistische Kampf gegen die Anthroposophie, Stuttgart 2004.
38. Ver en este tema, el estudio esclarecedor de Marcelo da Veiga: “Sprachliche und historische Kriterien zum Rassismusvorwurf”, en: Anthroposophie, Edición de Navidad del 2007.
39. Rudolf Steiner: La Filosofía de la Libertad, GA 4, Rudolf Steiner Press 1999. También publicada como The Philosophy of Spiritual Activity, SteinerBooks 2007.
40. En este contexto, el argumento que suele darse no es convincente, ya sea que, dada la reencarnación progresiva del individuo a través de una gran variedad de grupos étnicos, culturas y naciones, el rango asumido “inferior” de ciertas etapas de desarrollo en cualquier caso, se relativiza ya que de esta manera los que pertenecen a esa etapa, también tienen la oportunidad de avanzar a las etapas “más altas”. Este punto discrimina contra aquellos afectados que residen en un nivel asumido “inferior” o que, de hecho, no comparten en absoluto la idea de la reencarnación.
41. Helmut Zander: “Anthroposophische Rassentheorie”, en: S. v. Schnurbein y J.H. Ulbricht (eds.) Völkische Religion und Krisen der Moderne. Würzburg 2001, p. 322.
© 2008 Ramon Brüll, Dr. Jens Heisterkamp info3-Verlag, Kirchgartenstr. 1, 60439 Frankfurt, Germany.
Sobre los autores
Los autores son los editores de la revista antroposófica de distribución abierta Info3-Anthroposophie im dialog. Ramón Brüll tradujo al alemán el reporte holandés al que se refiere el texto. El Dr. Heisterkamp tiene un doctorado en Historia.
Sobre el autor
Frank Thomas Smith nació y se crió en Brooklyn, Nueva York, pero ha vivido durante muchos años en Europa y la Argentina. Fue ejecutivo en la aviación comercial y trabajó en educación Waldorf y como consultor de empresas y organizaciones. Publicó relatos para niños y cuentos para adultos. Actualmente publica y es editor de Southern Cross Review (en southerncrossreview.org), revista sobre literatura, educación, ciencia, actualidad y antroposofía. Email: traslagringo@gmail.com
Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Revista Numinous.