POR: BEATRIZ LAGOS
En la historia de la humanidad nos hemos enfrentado a diferentes tránsitos y conjunciones planetarias. Es interesante observar cómo, siempre que Saturno, Júpiter y Plutón se encontraban siendo protagonistas de estos tránsitos, se presentaron años de crisis sociales y económicas, así como también se avecinaron tiempos de guerra.
Estos puntos de encuentro entre Saturno Plutón y Júpiter, culminaron en diferentes “cambios de consciencia en la Humanidad”, algunos de los cuales se pueden identificar en los siguientes periodos:
- Desde 1946 al 1948 donde se encontraron Saturno y Plutón en el signo de Leo.
- Desde Julio de 1930 a 1931 se encontraron Júpiter y Plutón en el signo de Cáncer.
- Desde Abril de 1935 al 1942 Urano en tauro, tal como los encontramos actualmente.
- Desde Octubre de 1980 a 1981 se encontraron Saturno Plutón y Júpiter en libra, generando la alquimia de tres elementos: fuego, agua y aire. Ya para el año 1982 Saturno y Plutón quedan en el signo de libra.
Los tránsitos que nos atraviesan actualmente son Júpiter, Saturno y Plutón en Capricornio y Urano en Tauro, es decir que todos los planetas están posicionados en el elemento Tierra, lo cual nos trae el desafío de romper con las viejas estructuras, soltar los viejos modelos económicos sociales y políticos, romper con “lo establecido” y el “deber ser”.
Ante la inminencia de este cambio que se avecina, el desafío concreto es poder transitar esas rupturas sin acudir a los patrones antiguos Esto es lo que se está desmoronando, ese es el dominio específico de Saturno. Es en esta nueva forma de romper con las estructuras donde entran en juego las fuerzas plutonianas que nos conectan con la sombra personal y la sombra colectiva, donde se deconstruye todo lo conocido en la polaridad muerte- vida / amor-odio.
Ambas fuerzas funcionan de forma antagónica. Urano en Tauro ingresó desde marzo de 2019 y allí estará hasta el 26 de abril del año 2026. Cuando Urano – el revolucionario, dueño de Acuario, signo de aire – fue descubierto en el cielo, se espejaba en la tierra la Revolución Francesa, las ideas de Igualdad, Fraternidad Y Libertad.
Ahora bien, ¿qué implicancias tiene la llegada de Urano al signo de Tauro? Tauro, a quien no le gusta el cambio, signo fijo, estable, que se aferra a lo conquistado como seguridad material y económica, entra en un complejo desafío al encontrarse con Urano, que está queriendo romper constantemente viejos esquemas y seguridades, quien viene a decirnos que esas formas ( fijas) no bastan.
Es tiempo de ir hacia las nuevas economías verdes, las energías renovables, lo sustentable como una nueva manera de vivir y elegir vivir, quizás desde nuevas formas de comunidades organizadas, otro tipo de intercambios, y en real armonía con la naturaleza.
Cuando se declaró la pandemia a mediados de marzo, se encontraba Neptuno en Piscis. Esto se tradujo en situaciones poco claras. ¿Cómo fueron los primeros casos? ¿Dónde? ¿Cómo se expandió el COVID-19? Las distintas teorías, los números, etc… Es como si tuviéramos un velo que no nos deja ver con claridad, o nos impiden correrlo.
Todas estas fuerzas operan en lo interno y en lo externo. Como es arriba es abajo, la ley de la atracción, vibración, polaridad; lo luciférico y lo arhimánico.
La transición de la era de Piscis a Acuario no es fácil, proceso que comienza este año 2020 hacia el año 2030, donde se puede empezar a vislumbrar un ciclo de mayor conciencia acuariana. ¿De qué depende? ¿De quién depende? De cada uno/a de nosotros/as, de cada ser humano. La transición hacia la era acuariana nos propone soltar la victimización, lo masivo, el rebaño, el echar la culpa afuera, el pedirle al Estado, al Jefe, al Padre que nos diga qué hacer o qué no, todas características de la era pisciana.
Acuario, en cambio, nos lleva a construir nuestra individualidad, a hacernos cargo de nuestra creatividad, de nuestro propio pensar. Buscar lo distinto, impulsar hacia el cambio de lo nuevo. Nos invita, en definitiva, a conformar el Yo para luego ir al Yo colectivo. Un Gran camino del Yo Soy, para luego reunirnos con el aquel Yo de los Otros y así ir caminando todos juntos hacia esa nueva comprensión de la Fraternidad, Igualdad y Libertad.
¿Por qué el Camino del medio? Sólo las fuerzas del corazón, de lo sagrado en nosotros, nos harán intuir para qué nacimos en esta época. Será para que la espada de Micael nos guíe con su luz para tomar con coraje esta decisión personal de ser hacedores de nuestro designio, en nuestro pensar, sentir y actuar.
Nos tocará recordar quiénes somos y entregar nuestro propósito a la Tierra, para que en el tiempo de los tiempos y de los ciclos futuros del devenir se constituya la Tierra en un Sol.
Sobre la autora
Beatriz Lagos es astróloga-humanista. Sus formaciones iniciales comenzaron en el año 1973 en el Estudio del profesor Fernando Suárez en Astrología y Quirología esotérica, donde prestó colaboración hasta el año 1976. A partir de entonces, comenzó a introducirse también en el mundo del arte, iniciando su formación en la Escuela Manuel Belgrano de Bellas Artes. Desde el año 1979 al 1982 terminó su formación en el Centro de Formación Integral Astrológica, profesora Liliana Ortiz. Desde ese año hasta la actualidad se forma como investigadora de los estudios de la ciencia antroposófica. En el año 2006 y 2011 realizó especializaciones en la Escuela ISAR (Instituto Superior de actualización en Astrología), directora Claudia Rizzi. Su perspectiva holística la llevó a desarrollar y profundizar en diversos estudios más allá de la propia Astrología, en distintos abordajes Psicológicos como: Logoterapia, estudios del Programa de Vida (Dres Herminio y Gabriel Castella) Bioenergética, cursos en Gestald y Psicología Junguiana. Durante el año 2010, realizó su formación como terapista floral, con orientación parapsicológica, en la Casa de Estudios y de Terapias Alternativas (Ceta), profesor Héctor Belforti. En el 2011 continuó realizando cursos de especialización en Flores del Mediterráneo, dictado por Susana Corradi, y asistió a distintos cursos dictados por Pedro López Clemente. Su última formación entre el año 2019 y 2020 la realizó en la Escuela de Reprogramación Bioemocional, con los profesores Izilda Mendive y Luis Vitolo.
Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Revista Numinous.