POR: MARÍA CECILIA G. DE BENDINGER
En mayo de 2000 se realizó la exposición Rudolf Steiner. Dibujos sobre pizarrones en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (MNBA). Se expusieron dibujos y textos en tiza de colores sobre papel negro realizados durante las conferencias dictadas por el maestro entre 1919 y 1924. La muestra fue el final de un camino transitado exitosamente gracias a las voluntades de numerosas personas.
El comienzo del recorrido se relaciona con la vivencia, la experiencia de una intuición mágica: Xul Solar (1) –polifacético artista argentino– había conocido a Rudolf Steiner, y su obra pictórica estaba imbuida de conocimiento antroposófico. La percepción o la sensación de este pensamiento acreció en mí, llevando a realizar una investigación sobre esta relación junto con Máximo Bendinger, que culminó en el libro Motivos… (2), en el cual se presenta un estudio de las relaciones entre Rudolf Steiner, Jorge Luis Borges (3), la obra de Leopoldo Marechal (4) y Xul Solar (5).
Contemporáneamente a la investigación, llegó a nuestro conocimiento la realización de la exhibición Knowledge of Higher Worlds: Rudolf Steiner’s Blackboard Drawings, en Berkeley, California (6), y en Galerie Peter Blum en Nueva York. Impresionados por esta información meditamos larga y profundamente sobre si sería posible organizar una exposición del filósofo austríaco en Buenos Aires.
Como conferencista Rudolf Steiner se presentó aproximadamente en 5.000 oportunidades. Steiner, como muchos pensadores y maestros, usaba una pizarra para ilustrar sus ideas, para dibujarlas; es decir, dar una forma visual a su pensamiento. Emma Stolle, una alumna suya, comenzó a forrar los pizarrones con papel negro antes de las conferencias, enrollando luego el papel para conservar las ilustraciones, que posteriormente se archivaron en el Goetheanum en Dornach (Suiza). Así se conservan unos 1.000 pizarrones, que posteriormente se exhibieron en museos, galerías de arte y universidades de reconocida trascendencia internacional, tales como el Museo Kunst de Berna, el Museo de Arte Contempóraneo Watari-Um de Tokio y la galería de Mónica Spruth en Colonia, por mencionar algunos espacios de una lista extensa. Los dibujos en color sobre papel negro forman parte de complejas relaciones entre arte, ciencia y filosofía. En ellos puede observarse formas luminosas llenas de energía y frescura, y considerarse obras de arte contemporáneas.
La tarea que debíamos emprender para traer las obras a Buenos Aires, sabíamos, no sería fácil. Mi experiencia en el colegio San Miguel Arcángel, de la comunidad antroposófica, en la que trabajé junto a otros arquitectos para la construcción del Hall y el proyecto para el espacio para el secundario, me llevó a robustecer las medidas a tomar. Con el espíritu sobrecogido estremecía de ansias por llevar el cometido a buen término.
Un importante paso fue visitar a Martín de Ganz, sacerdote de la Comunidad de Cristianos, quien ya nos había ayudado con la investigación de Motivos…. Nos dijo: “Esta muestra sólo la puede traer el Dr. J. Wolfram Schneider miembro de la Sociedad Antroposófica en la Argentina”.
PALABRA CLAVE: RELACIÓN
El encuentro con el Dr. Schneider fluyó y creció la posibilidad de concretar la muestra de manera bondadosa. Se contactó con Walter Kugler (7), encargado de las exposiciones de los tableau de arte en el Goetheanum, y todo comenzó a rodar. Surgía la posibilidad de exhibir estas obras de arte por primera vez en Iberoamérica. Una idea central para la exhibición fue relacionar al ocultista con los argentinos Borges y Xul Solar. Kugler, fanático él de la obra del escritor argentino, estaba muy entusiasmado con exhibir los pizarrones en Buenos Aires, la ciudad de Borges.
Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero intentaron un breve resumen de las ideas cosmogónicas del “visionario y teósofo Rudolf Steiner” en “Los Seres Térmicos” del Manual de Zoología Fantástica (8). (“¿Soñó estas cosas Rudolf Steiner? ¿Las soñó porque alguna vez habían ocurrido, en el fondo del tiempo? Lo cierto es que son harto más asombrosas que los demiurgos y serpientes y toros de otras cosmogonías.”).
Xul Solar participó en 1923 en Stuttgart de las Jornadas Artístico-Pedagógicas, en las que Steiner fue conferencista. A las reuniones y conferencias de Steiner solían asistir pintores de talla como Piet Mondrian, Vasili Kandinsky, Paul Klee, František Kupka y Hilma af Klimt, todos ellos pioneros de la abstracción como –hoy lo podemos afirmar– también lo fue Xul. Ellos recibieron las enseñanzas del filósofo y pedagogo austríaco, confirmando la influencia de Steiner en la historia del arte moderno europeo pero también argentino.
Tuve una reunión con Kugler en Dornach. A partir de mi regreso a Buenos Aires comenzaron interminables visitas y presentaciones de carpetas al Museo Nacional de Bellas Artes. Jorge Glusberg, su director, nos confirmó en el mes de septiembre de 1999 el interés oficial para realizar la muestra. Al observar una reproducción del retrato grafía de Steiner pintado por Xul Solar comentó entusiasmado que “esta exposición va a hacer historia”. El retrato grafía mencionado pudo ser traído de Nueva York gracias a un préstamo de Rachel Adler Gallery.
Si alguien se imagina que los pasos que siguieron a la confirmación de la realización de la muestra fueron sencillos, se equivoca. Desde ese momento debimos encontrar auspiciantes, traductores del alemán al español, confirmar el auspicio de las Embajadas de Suiza y Austria en Buenos Aires y diseñar el catálogo. También, llamativamente, vencer algunas fuerzas reticentes provenientes de la misma comunidad antroposófica y de escuelas Waldorf en la Argentina. Sin embargo llegó el apoyo de la Sociedad Antroposófica, donde se brindaron charlas sobre la temática de las conferencias de las pizarras que se iban a exhibir, y de Lía Tummer, traductora de los escritos en alemán. La obtención de material adicional fue importante, como la grabación de Borges mencionando a Steiner y a la Antroposofía en una conferencia dictada en Michigan y que fue cedida para la exhibición por la Fundación Helft. En cuanto la publicidad de la muestra, la comunicación hacia el público y los periodistas comenzó en noviembre de 1999 con una conferencia dada por la autora en el MNBA. Continuó con una cena ofrecida por Jorge Glusberg a cerca de 40 periodistas en marzo de 2000, donde la exhibición se presentó a los críticos de arte, ya con material de difusión en mano.
Antes, en enero, el MNBA nos había confirmado que la sala de exhibición sería la Pavillion, de 800 metros cuadrados. Allí se desplegarían, desde el 2 de mayo al 10 de junio de 2000, 48 dibujos de Steiner realizados en tiza sobre papel, y que estarían protegidos con vidrio. Finalmente, resultaron ser 100 los dibujos que se expusieron (9). Como comentó Rembert Biemond en su charla del 14 de marzo en el Auditorio San Rafael en el Therapeutikum de Buenos Aires, “cuando vimos el pabellón del museo donde había estado la exposición de Xul Solar, de 800 metros cuadrados, nos dimos cuenta enseguida que no alcanzaba traer 48 pizarras: decidimos traer el doble. Pensamos que esto podía ser muy interesante, porque sería una primicia en esta parte del mundo”. Efectivamente, por primera vez en Iberoamérica se exhibieron estas obras de arte. Al gran éxito de público se sumó la repercusión académica y periodística.
Página 12 publicó en su reseña que “luego de superado el impacto a primera vista puede verse la relación, precisa y por momentos mágica, entre las palabras escritas y los colores y formas dibujados” (10). Clarín señaló que “la muestra del MNBA sigue paso a paso ese vínculo permanente entre la idea y su escritura visual. Demanda esfuerzo y atención. Después de ese recorrido necesario, vale la pena también dejarse llevar por el impulso vital que sugieren las imágenes y acariciar ese momento en que las napas más profundas del espíritu irradian su luz hacia las vastedades del cosmos” (11). Para El Cronista “los ‘pizarrones’ de Steiner destacan por la mistura de gráficos y caligrafía. En conjunto permiten intuir los recursos pedagógicos del filósofo que hacía amplio uso del color para fijar su pensamiento. La semejanza de estos ‘pizarrones’ con la pintura abstracta de Kandinsky es notable” (12). En su escrito en el Catálogo de la muestra, Walter Kugler cita a la poetisa Gabriele Reuter, quien dialogaba asiduamente con Steiner: “Se puede pensar lo que se quiera de la Antroposofía, pero un mérito hay que reconocerle a Rudolf Steiner: él le ha ayudado a cientos de personas a salir de la desesperanza y la desolación, y a acceder a una vida plena de un contenido espiritual más profundo. A través de la ciencia espiritual él les ha vuelto a regalar sus almas”.
Asombro, interés, entusiasmo, amor y emoción vimos despertar en muchas personas al asistir y vivenciar esta exhibición. Si esta muestra regaló el alma al menos a una sola persona, bien valió la pena el gran esfuerzo realizado.
REFERENCIAS
1. Xul Solar nació como Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari (1887-1963). Estudioso y versado en metafísica, astrología, ciencias ocultas, idiomas, mitologías, el I Ching, la Cábala, budismo, esoterismo, yoga, hipnotismo y los poetas místicos, entre otras disciplinas. Fue músico, pintor, escultor, escritor e inventor (incluso de idiomas), dedicándose también al diseño arquitectónico.
2. Gil de Bendinger, Maria Cecilia; Bendinger, Máximo. Motivos y Razones. Jorge Luis Borges. Leopoldo Marechal. Xul Solar. Ed. Ramírez, Buenos Aires, 1999.
3. Jorge Luis Borges (1899-1986) fue un destacadísimo escritor argentino, uno de los autores más renombrados de la literatura mundial del siglo xx.
4. Leopoldo Marechal (1900-1970) fue poeta, dramaturgo, novelista y ensayista argentino, autor de Adán Buenosayres, una de las novelas más importantes de la literatura argentina del siglo xx.
5. El libro Motivos y Razones es una introducción al estudio del conocimiento antroposófico enseñado por Rudolf Steiner en la obra escrita de Borges, en Adan Buenosayres de Marechal y en la pintura de Xul Solar. En la conclusión del libro Bendinger apunta: “Edward Sullivan explica que la originalidad de Latinoamérica reside en –como escribió Andrade en su Manifiesto Antropofaguista– canibalizar desde Europa, y apropiarse y reconstruir en una forma revolucionaria tanto ideas como imágenes de afuera; con conciencia de un pasado, convirtiendo ese pasado en el presente, creando una voz para las realidades de cada región”. Una observación de conjunto: las imágenes incluidas de la grafía pintada por Xul Solar del maestro austríaco, la meditación del filósofo y la temática de San Miguel Arcángel, los ángeles tentadores de Schultze en Adán Buenosayres y las ideas cosmológicas del conferencista austríaco expli cadas por Borges trasladan la consciencia a aquellos años donde las Ramas de la Sociedad Antroposófica o grupos de estudio eran solo para los centro-europeos que vivían en Buenos Aires. Este libro confirma que hubo una Rama argentina (para escritores argentinos) en la Casa-escuela de Xul Solar que hoy podemos leer en sus libros.
6. Universidad de California y Berkeley Art Museum (1997).
7. Rudolf Steiner-Nachlassverwaltung, Geschaftstelle und Archiv, Dornach, Suiza.
8. Borges, Jorge Luis y Guerrero, Margarita. Manual de Zoología Fantástica (Fondo de Cultura Económica, México, 1957). Actualmente el libro se titula El libro de los seres imaginarios.
9. Los participantes para que la realización de la muestra Rudolf Steiner. Dibujos sobre pizarrones se haya podido concretar figuran a continuación. Organizador: Máximo Bendinger; curadores: Walter Kugler y Rembert Biemond (Rudolf Steiner Nachlassverwaltung), Arq. María Cecilia Bendinger y Jorge Glusberg; auspiciantes y patrocinantes: Embajada de Suiza, Embajada de Austria, Hauser Stiftung (Stuttgart), Iona Stichting (Amsterdam), Pro Helvetia (Zurich), Alexander Foundation (Suiza), Weleda AG Arlesheim (Suiza), Swisscargo Argentina, Creditanstalt S.A., Banco BI, Fundación San Rafael (Dr. Schneider), Escuela San Miguel Arcángel, Frau Oering, Carol Blum (New York), Colección Helft (Fundación San Telmo); transportistas: Swisscargo, Matt Securitas (Suiza) Argenmove S.R.L.
10. Lebenglik, Fabián. “La Imagen como pensamiento. Hoy se inauguran las pizarras de Rudof Steiner”, Página12, 2 de mayo de 2000.
11. Giudici, Alberto. “Rudolf Steiner, un filósofo en las vastedades del arte. Sorprendente muestra en el Museo de Bellas Artes”. Clarín, 27 de mayo de 2000.-
12. “Obras pioneras de un pensador”. El Cronista, Cultura. 30 de mayo de 2000.
Sobre la autora
Cecilia G. de Bendinger es arquitecta, curadora de arte, conferencista y escritora. Se autodefine como indagadora de la red de mundos sensibles y de las fuerzas creativas de la determinación en modelos de la realidad en un experimental concéntrico. Es autora de Motivos y Razones: Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Xul Solar (Ed. Ramírez, Buenos Aires, 1999), Xul Solar, grafías plastiútiles, pensiformas (Ed. E.M.L de Povarché, Buenos Aires, 2004), Xul Solar. Relatos de los Mundos Superiores. Traducción notada del neocriollo (Ed. P.N. de Jenik, Buenos Aires, 2009) y Arte y metafisica de Xul Solar: Pan Lengua, Pan Ajedrez y Pan Tarot (en imprenta).
Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Revista Numinous.