CARTA 1
Luego de leer y considerar excelente la reflexión de Miguel Demarchi “Agricultura biodinámica: un nuevo concepto de ecología”, en el número 1 de la revista Numinous, se me ocurre comentar en concreto las actividades que se están realizando actualmente en nuestro país, a fin de que no solo se divulguen conceptos sino también experiencias vivenciadas por los que participamos del movimiento biodinámico, a través de la membresía en la Asociación para la Agricultura Biológico-Dinámica de Argentina (AABDA).
Existen muchas granjas que producen con el método biológico-dinámico. Menciono La Choza –que produce quesos y hortalizas– y fincas que producen nuez pecán en la provincia de Buenos Aires. En Santa Fe está Naturaleza Viva, que produce quesos, granos de cereales y oleaginosas, aceites, conservas, carnes, hortalizas, frutas, peces y energías limpias. Esta última es una granja ejemplar en nuestro país, teniendo en cuenta el factor humano que trabaja en ella (alrededor de 25 personas adultas) y la biodiversidad que existe en su superficie de 220 has. También en Santa Fe la estancia El Roble, y cercano a esta el campo de Rosmarie Mampey, una de las referentes de la biodinámica en la Argentina.
En Córdoba se encuentran varios proyectos como son la granja Inambú, Los Jardines de Yaya, El Aguaribay, La Mathilde, la producción de plantines de Seba Iriberri, Finca Weleda, donde también se integran producciones de hortalizas, medicinales, frutales y animales, cursos, talleres y donde hay mucha experiencia en apicultura biodinámica. Otro ejemplo de integración humana muy destacada es Cooperativa La Abundancia en Misiones que nuclea la chacra Caá Porá, la chacra Don Luis, la granja El Hormiguero, El Lapacho, Los Cedritos y la chacra Graef-Kalá; entre todos producen yerba mate orgánica y biodinámica, jugos cítricos, mermeladas, jaleas, hierbas para infusiones, extractos de plantas medicinales, cremas y jarabes. En Mendoza se encuentra la granja Cosmos y la finca Germen de Vida, que producen huevos, conservas, hortalizas y frutales. Existe también en Mendoza una gran cantidad de viñedos y bodegas, como así también productores de ajo que trabajan con el método biodinámico, con certificado Demeter (que es la certificación de productos biodinámicos a nivel mundial). Existen otros proyectos en funcionamiento en el Noroeste, en Tucumán, Salta, Jujuy. En la Rioja hay dos grandes plantaciones de jojoba, que estaba hace unos años transitando la transformación al método biodinámico y hoy tiene su certificación Demeter. En Rio Negro, en General Roca, se producen manzanas y peras certificadas Demeter de exportación; varias son las fincas de Fruempac S. A.
Y desde donde escribo –entre Chubut y Rio Negro, en La Comarca Andina– nos encontramos la granja La Paciencia, con sus vacas y sus excelentes quesos, y la granja comunitaria Valle Pintado, en donde producimos hortalizas, frutas, huevos, dulces y cosméticos; actualmente estamos proyectando la integración de otros animales de granja y la forestación de frutales como nogales, cerezos, castaños en una nueva tierra. La agricultura asociativa es la modalidad que queremos afianzar, con el fin de poder replicarlo en el resto del país.
Nuestro lema es “El trabajo al servicio de la Gente y de la Tierra”, como considero que es en todas las granjas biodinámicas del mundo, donde producimos alimentos sanos, llenos de fuerzas vitales.
Fuentes consultadas
1. AABDA.
2. Fundación Demeter.
Sobre el lector
Ingeniero Agrónomo Felipe Gómez. Granja Asociativa Valle Pintado CSA Argentina (“la Comunidad Sostiene la Agricultura”). Mail: granjavallepintado@gmail.com. Teléfono: 03467-1544 5585
CARTA 2
Con referencia al artículo de Alejandro Ranovsky “Acerca de la posibilidad del diálogo entre la pedagogía Waldorf y la escuela de gestión estatal” (en el número 1 de Numinous) acerco los siguientes comentarios. El fundamento de la pedagogía Waldorf es espiritual, por lo tanto es compleja la extrapolación que puede hacerse a una escuela estatal local que se autodefine como “laica”.
Existen prácticas pedagógicas que no se comprenderán en sus fundamentos más profundos si se las aísla de su razón espiritual. Es consecuencia de esto que el estudiante del profesorado de orientación antroposófica, que realiza su práctica en una escuela estatal, se sienta “limitado” en su accionar, bajo la mirada normativizante de quien lo esté supervisando. Es así como algo tan simple como cantar mientras se copia puede ser visto como una práctica “rara” y alejada de la aspiración de concentración y silencio que se espera en el aula tradicional.
Me parece fundamental el real intercambio entre quienes se forman en la pedagogía Waldorf (tanto maestros como alumnos) y quienes reciben una formación tradicional, como modo de romper las burbujas paradigmáticas en que cada uno vive y realiza su práctica. También comprender que es mutuo el enriquecimiento que puede realizarse si se rompe con viejos prejuicios existentes.
Si los niños son los actores del futuro, deberán tener la capacidad para interactuar y accionar en un mundo que excede a sus propias creencias; un mundo heterogéneo en donde “lo vivo” y “lo creativo” de la pedagogía podrían volverse herramientas fundamentales para hacer frente a una realidad en constante cambio.
Sobre la lectora
Laura Luna. Profesora de música en nivel primario y estudiante de Psicología (UBA).
Las opiniones expresadas son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Revista Numinous.