POR: Andrew Linnell
Traducción : Gisela María De Gregorio
Cuando comencé a trabajar en informática para la empresa IBM en 1973, las únicas mujeres empleadas eran las secretarias. De los ingenieros, la gran mayoría se dedicaba al hardware; estimo que cerca del 25% era de ingenieros en software. Hoy en día la cantidad de ingenieros en la industria se invirtió y los ingenieros en software superaron ampliamente el número de aquellos dedicados al hardware. En un comienzo el software era una especie de fuerza bruta masculina. Pero algunas mujeres brillantes, como la contraalmirante estadounidense Grace Murray Hopper, desarrollaron lenguajes de programación con compiladores para que el trabajo fuese mucho más fácil y, sobre todo, para que hubiera rutinas de software reusables. Con COBOL y muchos otros lenguajes de computación posteriores, un programador podía escribir un procedimiento que luego otros también podían usar. El concepto de software apilado (en inglés software stack) surgió al usarse capas de software superpuestas. En la base de la pila de capas, el software daba instrucciones al hardware, para luego llegar, capa tras capa de abstracción, hasta la llamada “interfaz de usuario” (aquella que solemos acceder viéndola en una pantalla y con la que interactuamos). A partir de esta idea se crearon grupos de estándares de software, y de esta forma no sólo el hardware sino también el software de una empresa pudieron ser usados por otras empresas productoras de sofware para una capa diferente de la pila. Además, comunidades de empresas e ingenieros desarrollarían juntas el conocido como software de código abierto (open source) para distintas partes de la pila. Esto fue más allá de los estándares que definen las interfaces de usuario; en la nueva producción de software contribuyen de forma altruista miembros de comunidades que comparten todo con y para todos. El sistema operativo Linux es un excelente ejemplo de gente trabajando no solo para su propio beneficio, sino para el mejoramiento de su comunidad o industria, para el usuario final.
Desde 1973 hubo tres olas de plataformas de hardware para las que se desarrollaba software que funcionaba de manera apilada. La primera ola permitió a miles de usuarios conectarse a un mainframe (una computadora pensada para el tratamiento de grandísimos volúmenes de datos); el segundo período alcanzó millones de usuarios conectados a un centro de datos (data center) en red. A comienzos de 2010 empezó el tercer período, en el cual se intenta alcanzar a miles de millones de usuarios conectados vía internet a la nube, que no tiene una locación geográfica específica. Nube (del inglés cloud computing) es el nombre que se le dio al procesamiento y almacenamiento masivo de datos en servidores que alojan la información del usuario, tanto sus archivos como información en Internet. Los proveedores de la nube toman el riesgo de invertir en múltiples, enormes centros de datos conectados, que comparten usuarios y empresas. El hardware que conlleva el almacenamiento en la nube es creado para que pueda escalar masivamente su dimensión, y así soportar una enorme y creciente cantidad de usuarios. Para alcanzar este objetivo, el software apilado tiene que cambiar de paradigma. Ya no puede asumir que cada usuario tiene una PC o una laptop con su correspondiente disco duro. Los usuarios de la nube quieren acceder a aplicaciones que se ejecutan también en la nube desde cualquiera de sus dispositivos, sean fijos o móviles, con distintos sistemas operativos, ya sea un celular, una tableta, una computadora o laptop, unos anteojos o aún la ropa que llevan puesta con su computadora integrada.
¿QUÉ ES EL SOFTWARE?
Desde una perspectiva de las ciencias espirituales, el pensar es una actividad espiritual. Cuando uno intenta escribir software, primero piensa en el flujo de instrucciones o secuencias necesarias para alcanzar un objetivo. En los primeros tiempos de la computación, se planteaba un diagrama de flujo antes que siquiera la primera línea de código fuese escrita. Cada paso en el diagrama de flujo viene de concretar los pasos que uno pensó al diseñar la funcionalidad esperada del software (1). Hoy en día, en su mayoría, los diagramas de flujo han desaparecido a favor de los “documentos de requerimientos de productos y especificaciones funcionales”. Pero el proceso del pensamiento inicial hacia el pensamiento secuencial, y luego al diagrama de flujo o una especificación funcional, es un proceso continuo de abstracción, un proceso del pensar sobre la vida para simularla acorde a un pensamiento secuencial, un proceso no viviente.
El pensamiento analítico separa un todo como partes. ¿Qué ocurriría si nuestro pensar pudiese ir en la dirección opuesta, desde la parte al todo, en un sentido integrador y holístico, de lo no vivo a la vida? ¿Qué clase de ingeniería de software involucraría?
¿Qué clase de pensar? La investigación de Rudolf Steiner mostró que existimos antes del nacimiento y que en este estado nuestro pensar está vivo. Cuando nacemos, nuestro pensamiento, en comparación, muere. El cuerpo físico es como una tumba para nuestro pensar. Steiner destacó un proceso para recuperar ese pensar vivo a través de alcanzar un tipo de pensar libre de los sentidos. Los iniciados en el tema son capaces de ampliar su conciencia al respecto para experimentar entonces su propio pensar vivo. Para una experiencia humana sana, estos dos procesos del pensar, el analítico y el holístico, deberían estar en equilibrio. Entonces, cuanto más ahondamos en el desarrollo de software, tanto más nosotros deberíamos estar elevándonos, en equilibrio, hacia una mayor conciencia, hacia el pensar vivo.
¿PIENSA UNA COMPUTADORA? EL TEST DE TURING
El sistema Watson de IBM puede vencer a los humanos en juegos específicos. Pero, ¿es inteligente? La prueba clásica para poder distinguir entre una inteligencia artificial y una inteligencia humana es conocida como Test de Turing (2). En 2015 se proyecta la película de ciencia ficción Ex Machina, de Alex Garland (2015). En ella se cuenta la historia no sólo de una inteligencia artificial sino también de un alma artificial que se vuelve capaz de engañar a un experto científico del área. Si el lector se propone ver la película y enfrentarse al conflicto que genera, recuerde que el software sólo opera sobre artefactos muertos provenientes de pensamientos previos. Lo que da la impresión de la actividad del pensar es que el software actúa como una imagen de lo que una vez fue un pensamiento real. De hecho, la esfera del software puede ser vista como una imagen espejo de la llamada esfera etérica, el campo del prana, del chi, de la vida. El pensar, que es una actividad creativa, mental o espiritual, es elaborado por el alma sobre y a través de la vida de uno, o cuerpo etérico. Tal pensar claramente no puede ser elaborado por una computadora ni por una nube de computadoras interconectadas.
El antropósofo británico Nick Thomas expone que la batalla por el reino etérico está en marcha, y que la mayor parte del mundo está cómodamente durmiendo mientras esto sucede (3). Thomas señala que Rudolf Steiner había predicho ya en 1907 que esta batalla ocurriría en nuestro tiempo. Thomas ve una creciente inflexibilidad del cuerpo etérico viniendo de nuestro pensamiento más perezoso en donde le permitimos a los otros, especialmente los medios, pensar por nosotros, o que usemos frases sin significado, o los acercamientos unilaterales tomados por políticos, fanáticos religiosos, científicos y hasta por médicos. Thomas ve las causas en dos puntos: 1) en que no llegamos a la verdad y estamos satisfechos con un modelo (para explicar una teoría propuesta la mayoría de los científicos hoy en día requiere la creación de un modelo que debiese funcionar para toda la información conocida y también ser capaz de predecir la nueva); y 2) en que alineamos nuestras vidas a una repetición mecánica en vez de a los ritmos de vida. Thomas establece que en el plano físico (tal como nuestro medio ambiente) se manifestarán serios problemas con el fin de despertarnos sobre los puntos anteriores. En consecuencia, expone que la fidelidad a la verdad es el antídoto para el ataque del materialismo a lo etérico.
Los expertos en inteligencia artificial sostienen que el cerebro es una delicada red neurobiológica que puede ser estudiada para entender cómo funciona y cómo uno piensa. En este punto podemos aplicar ingeniería inversa al cerebro, y entonces uno podría desarrollar una nueva creación, una máquina del pensar que funcionara como si fuese un humano; de hecho, un humano superior. Científicos en inteligencia artificial como Ray Kurzweil (4) llaman a este punto de cruce singularidad y esperan que esto suceda para el año 2045. La Singularidad es un período futuro durante el cual el ritmo de los cambios tecnológicos va a ser tan rápido y difícil de alcanzar que la existencia humana en el planeta será irreversiblemente alterada. Combinaremos nuestro poder cerebral, el conocimiento, las habilidades y las peculiaridades de la personalidad que nos hacen humanos con el poder de nuestra computación, y así pensar, razonar, comunicar y crear de maneras que ni siquiera escasamente hoy podemos contemplar. Esta fusión entre el hombre y la máquina, acoplada con la repentina explosión de la inteligencia de las máquinas y la rápida innovación de la nanotecnología y la genética, resultará en un mundo donde no habrá distinción entre lo biológico y lo mecánico, o entre la realidad física o virtual. Estas revoluciones tecnológicas nos permitirán trascender nuestros cuerpos frágiles con todas sus limitaciones. La enfermedad, tal como la conocemos, será erradicada. A través del uso de la nanotecnología, seremos capaces de producir casi cualquier producto físico contra demanda, el hambre en el mundo y la pobreza será resuelta, y la contaminación desaparecerá. La existencia humana se someterá a un salto cuántico en la evolución. Seremos capaces de vivir tanto como elijamos vivir. El devenir en un mundo de estas características es, en esencia, la Singularidad.
EL FUTURO DEL HOMBRE-MÁQUINA
“La mayor parte de la inteligencia de nuestra civilización será, en última instancia, no-biológica, y para finales de este siglo será billones de billones de veces más poderosa que la inteligencia humana”. ¿Cómo pueden los científicos espirituales lidiar con este concepto de Ray Kurzweil. O con Francis Crick, ganador del premio Nobel, que en su libro de 1994 The Astonishing Hypothesis: The Scientific Search for the Soul (La Hipótesis Asombrosa: La búsqueda científica del alma)? Allí escribe: “[Nuestras] penas y alegrías, los recuerdos, las ambiciones, el sentido de la identidad personal y el libre albedrío [son] nada más que el comportamiento de un gran conjunto de células nerviosas y sus moléculas asociadas”. O cuando Marvin Minsky, del MIT, se burla de la espiritualidad con afirmaciones tales como “muchos pensadores sostienen firmemente que las máquinas nunca tendrán pensamientos como los nuestros, porque no importa cómo las construyamos, ellas siempre carecerán de algún ingrediente vital.
Llaman a esta esencia con varios nombres como sensibilidad, conciencia, espíritu o alma. Los filósofos escriben libros enteros para demostrar que, debido a esta deficiencia, las máquinas no podrán nunca sentir o entender el tipo de cosas que las personas hacemos. Sin embargo, todas las pruebas en cada uno de esos libros pecan de asumir que, de una manera u otra, aquello que se pretende demostrar: la existencia de alguna chispa mágica que no tiene propiedades detectables. No tengo paciencia con tales argumentos. No debemos estar buscando cada una de las partes faltantes”.
Es sorprendente cómo el cuadro de un futuro retratado por Rudolf Steiner coincide con el cuadro representado en el campo de Kurzweil; sólo que el campo de Kurzweil lo describe enteramente desde una perspectiva materialista. El materialismo lleva a tal reivindicación de la nanotecnología que sostiene que va a “reconstruir el mundo físico, nuestros cuerpos y nuestros cerebros, fragmento molecular por fragmento molecular y, potencialmente, átomo por átomo” (5) porque el mundo es deficiente y podemos hacerlo más perfecto. El futuro está visualizado por científicos en nanotecnología como un tiempo donde vamos a ser capaces de ampliar nuestra mente a través de la fusión de la inteligencia biológica y la no biológica. Mediante el uso de nano robots, los científicos afirman que seremos capaces de rediseñar nuestras conexiones interneuronales naturales para agregar conexiones a los equipos implantados dentro de nuestros cuerpos. Varias empresas (6) ya están mostrando cómo parapléjicos con implantes simples pueden controlar robots externos, como prótesis para llevar a cabo las tareas domésticas básicas y comer. Entonces, si efectivamente esto se establece, ¿surgirá un deseo de combinar seres humanos saludables con las máquinas? Mientras que se ofrece a los discapacitados la posibilidad de vivir una vida casi normal, es casi una pendiente resbaladiza la que los separa de los futuros seres humanos capaces de preferir una movilidad híbrida a la biológica. La fusión del hombre con la máquina ha estado sucediendo durante décadas. Continuamos amando a nuestro padre que tiene un marcapasos o a una tía que se conecta cada día a una máquina de diálisis. ¿Hasta dónde vamos a ir? ¿Vamos a ser incapaces de amar a alguien con una prótesis de brazo? ¿Qué tal una prótesis de brazo y una pierna? ¿Ojos biónicos? ¿Podemos aprender a amar a alguien que se manifiesta en un avatar? Para 2045 los científicos esperan que desde un dispositivo en nuestro cerebro podamos acceder directamente a la nube de computadoras pudiéndose resolver instantáneamente cálculos muy complicados. Como un rito de paso desde la primera infancia, el cerebro del niño de primer grado será equipado con un chip biocompatible que une a una red inalámbrica en todo el mundo. Esta internet del futuro permitirá a todas las personas ser parte de una internet inalámbrica mundial compuesta de cerebros biológicos y no biológicos. Un implante de este tipo utilizará GPS para dejar que los padres sepan dónde se encuentra su hijo, monitorear su salud y actuar como una tarjeta de crédito. El niño será capaz de cambiar de contexto de la realidad a la realidad virtual, o del pensar creativo del humano al pensamiento analítico asistido por computadora. Es desafiante comparar esta idea a la expresión de San Pablo en la que todos somos parte del cuerpo espiritual de Cristo (7).
¿APOCALIPSIS?
Muchas personas que se encuentran en un camino espiritual esperan que los buenos dioses caigan en picada para acabar con todos los que hacen el mal, para que todos podamos vivir una vida pacífica, próspera y confortable y que entonces será lo mismo el mañana a lo que es hoy. Este punto de vista difiere poco de las de los fundamentalistas bíblicos que ven la venida de Jesús montando en una nube (probablemente no la nube basada en ethernet), para establecer su Reino aquí en la Tierra después de que derrote a todos sus enemigos. La vida será buena después aun sin ordenadores (y nuestros equipos de fútbol siempre van a ganar…). Es nuestro egoísmo el que visualiza que nosotros somos el bien y que el mal está “allá afuera”, por lo que vamos a ser parte de los elegidos recompensados en la buena vida a seguir. Sin embargo sería un gran mal el que hiciera que la vida actual de todos sea eternamente próspera y fácil.
La humanidad tiene un largo camino por recorrer para convertirse en parte de los Cielos como su 10ª Jerarquía. Pero mientras, más allá de si estamos listos o no, hemos comenzado a ser co-creadores con el resto de las jerarquías. Sospecho que estamos en “el jardín de infantes de la creación”, y que estaremos protegidos de alguna manera de arruinar por completo la sala de juegos. Así como los seres superiores utilizan su pensar vivo para co-crear el mundo en que vivimos, así también nosotros los seres humanos eventualmente co-crearemos la siguiente condición planetaria que es llamada Júpiter por la ciencia espiritual. Tanto la astronomía y la ciencia espiritual acuerdan en que hubo condiciones planetarias anteriores; incluso están de acuerdo en que es probable que haya habido tres condiciones anteriores a la nuestra actual para que podamos tener metales pesados en nuestro planeta (8).
Al igual que los ángeles mientras estaban en su etapa humana en la condición planetaria anterior y tenían que lidiar con nosotros molestando sus vidas, nosotros tendremos que lidiar con los que van a ser humanos en la siguiente condición planetaria (9). Normalmente, hoy en día tratamos a las plagas con un pesticida. En un futuro próximo tendremos que encontrar otra manera, una manera llena del impulso de Cristo que nos conducirá a amarlos tanto que vamos a querer construir un nuevo cosmos para ellos en el que van a descubrir nuestro amor por ellos al igual que hoy en día descubrimos en el cosmos la sabiduría que los dioses deseaban compartir con nosotros. Nuestra misión humana en la Tierra es desarrollar el amor, el amor ágape, hasta el punto en que seremos capaces de tejerlo en la siguiente condición planetaria creada. El escenario para los que van a ser humanos en Júpiter no será nuestro mundo físico; será lo que la Ciencia espiritual llama sub-Naturaleza, un reino de electricidad, magnetismo y fuerzas nucleares que corresponden respectivamente a las fuerzas etéricas formativas de luz, química y vida. ¿Quiénes son estos humanos-Júpiter? ¿En dónde los encontramos hoy en día, en todo caso? Los encontramos siendo empujados desde las regiones debajo nuestro hacia nuestra voluntad inconsciente. Ellos son los que nos dicen “adelante, mira ese programa de televisión sin sentido, te mereces el tiempo porque trabajaste muy duro hoy”. Por supuesto, el estándar de lo que es trabajo duro disminuye año tras año. La evidencia de la influencia de estos humanos-Júpiter dentro de nuestra voluntad ya puede ser vista en el crecimiento de una nueva adicción, los juegos de computadora. He visto varios individuos que pierden su dirección en la vida a causa de esta adicción que socava la voluntad, y resulta en carreras arruinadas, fracasos matrimoniales, e insuperables problemas de salud. Esta adicción es evidente en Corea del Sur, donde se estima que un 35% de la población es adicta a los juegos de video. La adicción, en una pareja, condujo al abandono y la muerte de su hija de tres meses de edad. Los gamers o jugadores de videojuegos se instalan en los cybers por horas, días o incluso meses, normalmente viven mal-alimentándose y fumando, durmiendo apenas, sin aseo. Y por supuesto te mereces algún dulce o golosina mientras miras televisión o juegas algún videojuego. Pronto se vuelve un hábito y luego el cuerpo etérico es grabado con ello. Podríamos indagar acerca de la cualidad etérica de las golosinas. En la mayoría de los casos encontraríamos que ese alimento es comida muerta para un pensar muerto. En la intención de mediar entre el alma-espíritu de uno y el cuerpo físico de uno, el cuerpo etérico tiene que ser flexible y estar lleno de vida.
¿QUÉ DEBERÍA HACERSE?
Para equilibrar nuestro pensamiento analítico necesitamos el pensar vivo. Necesitamos que nuestros corazones participen en el pensamiento. Muchos pueden pensar que con el fin de desarrollar el pensamiento-corazón deben apartarse de la tecnología y de los que la usan. Tal vez se necesita alguna clase de distanciamiento para empezar, pero el desafío de nuestro tiempo está ahí para construir un pensar vivo fuerte que no se marchite frente a la tecnología. Hay que tener un interés en todos los esfuerzos humanos y ofrecer los tesoros espirituales de uno para la realización del destino humano. Cuando el amor brilla en el reino etérico, su reflejo, como la sabiduría de la luna que surge del reflejo del sol, revelará maravillas de una tecnología etérica. Así como los ángeles una vez asistieron a los humanos, pasamos ahora a las máquinas. Así como el mundo divino alguna vez trabajó creativamente, ahora sentimos nuestra capacidad de florecimiento para crear nueva vida. Especialmente en los campos científicos de la genética, la nanotecnología y la robótica sentimos que nos vamos convirtiendo en dioses.
Mientras que el hardware de la computación tiene sustancia física, el software, al igual que el etérico, es invisible. El software nos permite imprimir pensamientos en una sub-Naturaleza al igual que nosotros imprimimos la memoria de nuestra vida en nuestro cuerpo etérico. ¿Cómo evolucionará este software? Cada vez más, va a trabajar “intuitivamente” para el ser humano; es decir, para operar el hardware uno ya no será arrastrado en formatos fijos. Las aplicaciones como Dragon Naturally Speaking (10) u otros reconocedores del habla ya “comprenden” el hablar humano. Estas aplicaciones serán equipadas con “personalidades” que llegarán a percibir como algo más que una máquina, tal vez incluso como un amigo o como una parte separada de nuestra propia personalidad –un alma artificial. A medida que las máquinas nos han emancipado de trabajo pesado, ¿la inteligencia artificial nos liberará o nos hundirá?
Mientras que el mundo antiguo habló de la sabiduría de los dioses, los científicos de hoy visualizan que el poder del intelecto conducirá a la humanidad a una existencia que ya no dependa de lo que proveen la Naturaleza y la Tierra. Pero la ciencia espiritual prevé el futuro papel co-creador de la humanidad como uno donde servimos a los humanos-Júpiter de manera similar a como los ángeles nos han servido. Donde descubrimos la sabiduría en nuestro mundo, el humano-Júpiter descubrirá el amor en su mundo. Sí, nos estamos convirtiendo en hijos de Dios. Ahora somos bebés aprendiendo, que algún día en el futuro lejano emergerán como adultos capaces de co-crear un nuevo cosmos para los que serán nuestros queridos humanos-Júpiter.
GLOSARIO
- 10ª Jerarquía: El concepto de jerarquías en los cielos existió durante el cristianismo primitivo. Dionisio el Areopagita, por ejemplo, describe nueve jerarquías o niveles de conciencia. Estos son seres espirituales con nombres tales como Serafines, Querubines, Tronos, Kyriotetes, Dynamis, Exuisia, Archia, Arco-Angeloi, Angeloi. Los tres últimos una vez tuvieron una existencia en un estado de desarrollo humano, donde cada etapa humana tenía condiciones únicas con cuerpos completamente diferentes de los nuestros. Cuando nosotros, los que ahora estamos en la etapa humana, completemos nuestro trabajo, nos convertiremos en la 10ª Jerarquía.
- Humanos-Júpiter: Cuando la evolución terrestre haya terminado, un nuevo sistema cósmico emergerá para apoyar a un nuevo conjunto de seres de una nueva etapa humana. La siguiente condición planetaria se llama Júpiter dentro de la Antroposofía y otras tradiciones esotéricas. Como los ángeles tienen una relación íntima con nosotros, nosotros también tendremos una estrecha relación con los que van a entrar en la etapa humana de la condición planetaria llamada Júpiter.
- Impulso de Cristo: a través del Impulso de Cristo el hombre ha de ser liberado de las fuerzas de la evolución terrestre. Podemos aproximarnos a una comprensión del Impulso de Cristo a través de San Pablo, que era uno de los que estaba bien preparado para la experiencia en la que él tomaría el Impulso de Cristo. Pablo era un hombre que no podía ser convencido del significado del Impulso de Cristo por pruebas que provenían de los sentidos físicos, pero sí solamente por una experiencia suprasensible. Conocía a fondo los secretos de la religión de los judíos. Estaba familiarizado con sus conocimientos y su concepción del mundo. Él ya era capaz de juzgar la naturaleza del evento que le sucedió en el camino a Damasco y de tener una visión y comprensión correcta de la misma. Este impulso no es para uno mismo, sino para completar la misión en la Tierra de toda la humanidad, para transformarse en la 10ª Jerarquía y para preparar a la Tierra para ser la semilla para la siguiente condición planetaria.
- Sub-Naturaleza: Los cuatro elementos son conocidos como fuego, aire, agua y tierra. En la ciencia, estos son conocidos como estados de la materia llamado plasma gaseoso, líquido y sólido, respectivamente. Por encima de la esfera física de la Naturaleza están los cuatro éteres conocidos como Calor, Luz, Química, y Vida. El éter de Calor y el elemento fuego son esencialmente la misma cosa. En cambio, aunque no es lo mismo, existe una relación entre el éter de luz y el elemento de aire. Lo mismo sucede con la Química y el agua, así como con la Vida y la Tierra. Estos éteres también tienen su opuesto en lo que se llama sub-Naturaleza en la Antroposofía. Como tal, la luz se expresa en sub-Naturaleza como electricidad, la química como el magnetismo, y la vida como una tercera fuerza sin nombre que muchos asumieron como anticipada por Rudolf Steiner como lo que nosotros llamamos Nuclear. El calor también tiene un estado “caído”.
REFERENCIAS
1. Todavía se puede encontrar el legado de los diagramas de flujo y sus símbolos en programas como Word y PowerPoint de Microsoft.
2. Turing, A.M. Computing machinery and intelligence. Mind, 59, 433-460, 1950.
3. The Battle for the Etheric, Nick Thomas, Temple Lodge Press, 2006.
4. Ray Kurzweil, preeminente científico e inventor que recibió en 1999 el premio National Medal of Technology y fue incorporado en National Inventors Hall of Fame. Su nombre es conocido por muchos por sus sintetizadores de música y voz.
5. The Futurist, marzo-abril 2006, www.wfs.org, p. 42.
6. http://www.medicalnewstoday.com/articles/287120.php y http://www.cyberkineticsinc.com.
7. I Corintios 12:12-27, un pasaje que termina con “ahora somos el Cuerpo de Cristo” donde establece que cada humano es miembro de un cuerpo de la misma forma que una oreja y un ojo, aunque distintos, pertenecen al mismo cuerpo.
8. https://en.wikipedia.org/wiki/Metallicity.
9. Rudolf Steiner, The Mission of the Archangel Michael, lecture 5, The Michael Deed and the Michael Influence as Counter-pole of the Ahrimanic Influence, Noviembre 29, 1919.
10. www.nuance.com
Sobre el autor
Andrew Linnell se graduó en la Universidad de Michigan (USA) y en Emerson College (Inglaterra). Se retiró de su trabajo como científico de computación en 2015, después de 42 años de carrera. Es miembro de la Sociedad Antroposófica desde 1979 y preside su rama de Boston. Busca la interrelación de la ciencia, el arte y la religión. Actualmente vive en Hudson, Massachusetts (USA), estudia el papel de la tecnología en la evolución humana, escribe y da conferencias. Correo electrónico: jandrewlinnell@yahoo.com.
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