Había una vez, hace mucho tiempo, en un lejano país, un hombre. Éste se encontraba reunido con un grupo de personas que con curiosidad y entusiasmo escuchaban sus palabras. Se estaba formando un impulso social y educativo sin precedentes, la educación Waldorf.
100 años después, recordamos ese momento como un cuento, como la narración de sucesos míticos acaecidos hace ya mucho tiempo, 1919, en un lejano país, Alemania. Sin embargo, por más paradójico que parezca, la educación que se movilizó en aquellos tiempos, actualmente tiene más vigencia que nunca y se encuentra extendida a lo largo y ancho de todo el planeta. Se fundaba en pleno período de posguerra y de preguerra la primera escuela Waldorf. Nacía un nuevo impulso pedagógico centrado en una profunda investigación en torno a la pregunta “¿qué es el hombre?” Impulso cuya característica más notable quizás sea esa amorosa contemplación de lo humano, esa atención y ese interés siempre creciente por comprender qué es lo que estamos haciendo en el mundo. La pregunta antropológica trae consigo, por supuesto, cuantiosas cuestiones existenciales que girarán a su alrededor: ¿qué es el mundo?, ¿qué es la vida?, ¿cuál es el sentido de la vida si es que hay un sentido?, ¿cuáles son los sentidos si es que hubiera varios?, ¿es el hombre el sentido de la Tierra?, ¿quiénes somos?, ¿por qué y para qué estamos acá? Permeada por estos asuntos humanos que la ciencia moderna ha querido hacer a un lado enfocando su telescopio positivista en el cadáver de las cosas, esta filosofía que se vuelve pedagogía, quiere ser vida para las cosas.
En un mundo que claramente agoniza, una forma nueva está buscando nacer. De las ruinas de la posmodernidad surgirá aquello que la humanidad elija, aquello que cada ser humano individual en su vida interior y en sus vínculos decida producir.
Lejos queremos estar de que esto pretenda ser una apología Waldorf o antroposófica. El anhelo que llevan estas palabras es el de poder alentar a todo aquél que esté ocupado y atento a esta gran tarea de la época, la de educar conscientemente, la de intentar una hora, un minuto acaso, donde encontrar despierto al corazón, y que su latir pueda oírse cuando pensamos y que en nuestras obras también podamos reconocer su palpitar.
Esperamos contribuir con este número a todo individuo y comunidad que, siendo o no propiamente profesor o maestro con un título, comprenda como nosotros que la educación de la humanidad es una tarea de todos consigo mismos y de todos con todos los demás. Se incluyen en la presente edición especial de revista Numinous seis artículos sobre educación, que recorren sus progresivos niveles (inicial, primario, secundario y educación superior), abordados desde la mirada de personas abocadas a la labor de educar a partir de la pedagogía Waldorf.
Equipo editorial de la revista Numinous
6 Comentarios
Felicitaciones por este medio como camino al conocimiento
Muy bueno El Editorial
Es excelente ese prologo….como puedo escribirme
Hola Gabriel, gracias por tu mensaje. Podes seguirnos en las redes, estamos en Instagram y Facebook.
Thank you so much!
Thanks for thr great article!